Valses y danzas llenan el Auditori

En el plano musical, casi podría decirse que no hay Navidad ni Fin de Año sin el Concert de Valsos i Danses que protagoniza la Orquestra Simfònica del Vallès (OSV) en el Auditori Enric Granados. Cuenta con un público incondicional que cada año llena el recinto leridano, y es que para muchos, la música del vals cuenta casi con un componente mágico que evoca el ciclo de la vida, de ahí que antes de acabar el año se convierta en un concierto imprescindible. Y ayer no fue una exepción. La Orquestra Simfònica del Vallès, bajo la batuta de Diego Martín- Etxebarria, interpretó piezas de compositores de la talla de Offenbach, Guridi, Toldrà, Bizet, Prokófiev, Glinka, Rossini, Williams y Strauss. Asimismo, el espectáculo contó con la presencia de la mezzosoprano de Terrassa, Anna Alàs, que ha actuado en escenarios y festivales destacados como el Palau de la Música Catalana, L’Auditori y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Teatro Real de Madrid, Staatsoper Unter den Linden y Konzerthaus, ambos de Berlín, o los festivales de de Música Antigua de Insbruck, Heidelberger y Frühling. Todo ello a las órdenes de directores como Renato Palumbo, Maurizio Benini, Thomas Hengelbrock, Víctor Pablo Pérez, Josep Pons y el mismo Diego Martín-Etxebarria. El vasco, que en 2015 ganó el primer premio del Concurso Internacional de Tokio, después de 15 años consecutivos declarándose desierto, reside en Berlín pero no para de viajar para dirigir a las mejores orquestas del momento. Por su parte, la OSV, creada en el año 1987, cuenta con una intensa actividad de más de un centenar de conciertos anuales.