Iesso regresa al primer yacimiento

El ayuntamiento de Guissona dejará al descubierto de nuevo el próximo mes de marzo su primer yacimiento arqueológico documentado, ubicado en la plaza Vell-Pla. Los hallazgos tuvieron lugar en el año 1933 de la mano de Josep Corominas y por encargo del Institut d’Estudis Catalans. El médico e historiador local Eduard Camps situó en esta zona los primeros hallazgos, lo que llevó a la vez a realizar el primer estudio arqueológico. Entonces se documentó un poblado ibérico y también las primeras conducciones de agua romanas, que se atribuirían a la antigua Iesso. Según el director del Museu, David Castellana, el objetivo es aprovechar una actuación para cambiar los árboles que hay en la plaza, ya que levantan el suelo por la fuerza de las raíces, y llevar a cabo unas nuevas catas arqueológicas. En función de los hallazgos de estas catas, se decidirá la futura urbanización, bien dejando a la vista el subsuelo “si surgen elementos de valor” (hay que recordar que la plaza está situada junto al Museu Eduard Camps), bien manteniendo el actual diseño, o hacer uno nuevo. Para la realización de las catas arqueológicas se ha destinado una partida de 80.000 euros.

Tras las excavaciones de 1933, la plaza se tapó con tierra y continuó su labor como espacio público céntrico. A partir de 1973 se comenzó a plantear su urbanización, pero la falta de recursos económicos del consistorio llevó a aparcar los proyectos. En 1982 una subvención de 2,5 millones de las antiguas pesetas del Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (YRIDA) permitió afrontar finalmente el proyecto. Lo hizo el arquitecto Manuel-Pau Recasens, autor en aquella época de la remodelación de la casa consistorial y de la redacción de las Normas Subsidiarias de Urbanismo. La obra tenía como objetivo la pavimentación de la plaza y afincar un muro que la separará de la carretera. En una entrevista de Josep Maria Grau en el número 63 de la revista local Issauna, Recasens explicó que su diseño pretendía dibujar con el enlosado el estilo cuadriculado de las ciudades romanas. Y también pretendía hacer un monumento al agua, emblema de la localidad, con tres grandes piedras de molino. Finalmente, que la plaza estuviera cubierta de verde mediante árboles muy frondosos. En aquella época el proyecto tuvo tanto defensores como también detractores, que querían recuperar el patrimonio del subsuelo.

Retirar los árboles y en función de los hallazgos decidir la nueva plaza Según el concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Guissona, Àngel Masanès, la primera acción prevista en esta zona consistirá en retirar los árboles actuales y, en función del diseño que se escoja para renovar este espacio, plantar otros árboles nuevos que tengan menos raíces. Así, el enlosado de la plaza está totalmente levantado.