ENTREVISTA CÓMICO
Leo Bassi: «Actuar en un festival como el Buuuf me recuerda a mis inicios»
El polifacético actor italiano es uno de los artistas principales del Festival Buuf de Alcoletge con dos pases de ‘Best of Bassi’, un repaso a su carrera como bufón
¿Qué vamos a poder ver en el espectáculo ‘Best of Bassi?
Una selección de piezas que ya hacía en la calle hace treinta o cuarenta años. Cuando me propusieron venir al Buuf de Alcoletge acepté encantado, es un placer poder actuar en un festival ‘a la gorra’ porque me recuerda a mis inicios. Es un reto para mí poner a prueba algunos gags de entonces y ver cómo reacciona la gente. Tengo mucha experiencia trabajando en plazas de todo el mundo y me hace ilusión que un pueblo tan pequeño apueste por este tipo de espectáculos.
¿La selección sería distinta si en vez de actuar en Alcolege lo hiciera, por ejemplo, en un teatro de San Petersburgo?
Absolutamente. Yo no hago teatro de texto, me adapto a cada circunstancia y puedo improvisar para responder a las diferente actuaciones con las que me enfrento como bufón. No es lo mismo actuar en un pequeño teatro argentino que hacerlo en un parque al aire libre delante de quince mil personas, como hice el año pasado en Ucrania. En esas circunstancias necesitas registros directos, hacer cosas muy vistosas y rápidas. En cambio, en una sala con poco público y mucho más tiempo uno puede explicar una historia, construir una narrativa porque la gente tiene tiempo para pensar en lo que estás contando. He viajado mucho y en cada sitio intento medirme con la realidad que me encuentro.
¿Para eso quizá utilice el catalán?
Supongo que algo diré. Hablo italiano, frances, español y portugues. Al final el catalán es una lengua latina y me es relativamente fácil poderla utilizar en mis espectaculos.
¿Hace más de cuarenta años que viaja y trabaja en escanarios de todo el mundo: la globalitzación ha globalizado el humor?
Pues la verdad es que tengo la sensación que se ha localizado. Ya no existen payasos como Charlie Rivel, que era catalán y llenava circos y teatros de medio mundo. Ahora en Francia hay cómicos y monologuistas que llenan pabellones y estadios, pero solo los conocen allí, ya nadie tiene capacidad para salir por sí mismo de sus fronteras. La globalización se hizo a traves de las pantallas, y en las cadenas y las plataformas se utiliza un lenguaje diferente al de los espectaculos en vivo. No todas las bromas son exportables de un medio al otro, para trabajar en televisión hay que utilizar otras fórmulas. Generalmente juegan con un humor más blanco, menos corrosivo. Las marcas que publicitan no quieren polémicas, solo presencia y ventas.
¿Y usted no deja de ser un provocador revolucionario?
Por esto me gusta el Buuuf, es un acto de valentía y de resistencia. La provocación no es un acto gratuito, es para hacer pensar a la gente, para que se cuestione las cosas a traves del humor. Yo siempre tengo ganas de tirar pasteles de nata a la cara de la gente, sobre todo de algunos políticos y ejecutivos, pero esto no tendría sentido. Cada momento tiene su fórmula. En breve voy a estrenar una obra sobre Mussolini y lo haré en Sevilla. No es casual, es porque VOX tiene presencia en las instituciones andaluzas y la obra habla y denuncia al fascismo.
¿Ya en el 2006, cuando el fascismo español era residual, le pusieron una bomba en el teatro de Madrid donde actuaba?
Entonces los medios hablaron de bomba casera, como sacando importancia al asunto, pero el artefacto estaba preparado para hacer mucho daño. Hace dos años nos intentaron quemar el Paticano, nuestro local en Lavapies, también en Madrid. En ninguna de las dos agresiones la policía dio con les autores.
¿Tampoco los autores consiguieron amedrentarlo?
A mí me han apuñalado dos veces en las calles de Río de Janeiro porque no les gustaba lo que yo denunciaba. Todos moriremos algun día, los creadores no podemos tener miedo a la muerte. La gente banal y mediocre quizás sí, pero aquellos que tienen la fuerza interior del auténtico creador no dan marcha atrás tan fácilmente.
Por lo que cuenta, su abuelo estaría orgulloso de usted.
Cuando era pequeño y viajábamos por el mundo con el circo simpre me contaba que nosotros éramos trabajadores, gente humilde y pobre; pero que nunca debíamos arrodillarnos ante nadie ni ser humillados por eso.