PATRIMONIO ESCULTURA
Balaguer: operación traslado
El ‘Monumento a los caídos’ retirado de la plaza Mercadal en 1982 viaja en camión a Barcelona || El día de Sant Jordi partirá junto a otras esculturas hacia Venecia para la Bienal de Arte
El Monumento a los caídos, la escultura ‘franquista’ que Balaguer retiró en 1982 de la plaza Mercadal, ya está más cerca de Venecia, donde está previsto que se exhiba durante la Bienal de Arte de la ciudad italiana, desde el 11 de mayo al 24 de noviembre. Un equipo de operarios trasladó el jueves la escultura hasta un almacén en Barcelona, de donde el próximo martes, diada de Sant Jordi, partirá por carretera un convoy cargado con diversas piezas para la ‘exhibición’ catalana en la Bienal de la ciudad de los canales. Cabe recordar que el comisario de esta exposición, Pedro Azara, busca reflexionar sobre la relación del ser humano con las estatuas, que despiertan en el público reacciones apasionadas, tanto de adoración como de rechazo y destrucción. El caso de Balaguer entra de lleno en este segundo caso, una obra ‘repudiada’ hace casi cuatro décadas por su sello franquista, aunque con una historia detrás de carácter más ‘republicana’. Y es que el autor, el artista barcelonés Genaro Iglesias, recibió el encargo del régimen para un monumento a los caídos que debía representar a un soldado arrodillado, con un fusil en la mano y besando una gran bandera. Iglesias, cuyos padres habían sido fusilados en la Guerra Civil por el bando ‘nacional’ y que él mismo tuvo que exiliarse en Balaguer, a 150 kilómetros de su casa en la ciudad condal, por su condición de “no adicto al régimen” por haber militado en el bando republicano, consiguió doblegar las directrices iniciales de la dictadura y reinterpretar la escultura modelando a un payés descalzo, con el torso desnudo, que sujetaba una azada con la mano izquierda y que besaba arrodillado una bandera indeterminada. El monumento, que en realidad es todo lo opuesto al sentimiento bélico franquista de la época, fue inaugurado por el propio dictador, Francisco Franco, en 1963 durante una visita a Balaguer. La obra, en el ‘olvido’ en un almacén municipal hasta el pasado otoño, se trasladó a otra instalación en el polígono Campllong, de donde el jueves partió hacia Barcelona en una operación de carga que duró unas tres horas, no exenta de alguna dificultad (ver desglose).
La pieza de bronce sufrió un pequeño golpe en la punta Cargar la escultura de bronce de unos 4 metros de alto en el camión no resultó fácil. El proceso sufrió un pequeño contratiempo en forma de golpe accidental. Así, cuando la escultura protegida con unos plásticos fue decantada con ayuda de una grúa para ponerla en posición horizontal en la caja, la punta superior (que representa la bandera plegada) chocó por efecto péndulo con la base de la caja y el bronce sufrió una ligera abolladura, que se reparará durante la restauración de la obra a su regreso de Venecia.