Recuerdo a políticos presos y en el exilio y un vermut de aniversario

La tradicional recepción institucional de Sant Jordi que organiza cada año la Diputación en el Institut d’Estudis Ilerdencs tuvo de nuevo un color político con un recuerdo a los políticos presos, en el exilio y encausados. En su primera diada como presidenta de la corporación, Rosa Maria Perelló, renovó el compromiso con la lengua y la literatura catalanas en una fiesta de Sant Jordi que “es una ventana al mundo para mostrarnos como lo que somos y lo que queremos seguir siendo: un país culturalmente despierto y líder”. El conjunto Uptown Trio, con la trombonista y cantante leridana Joana Cebolla acompañada por Ignasi González al contrabajo y Quique Angulo a la guitarra, puso la nota musical a un acto que culminó con reparto de rosas y libros entre los asistentes. Durante la mañana, también se entregaron los premios de la 8ª edición del concurso escolar Parada Literària para alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato, que convoca la Autoritat Territorial de la Mobilitat de Lleida. Por otro lado, la biblioteca del IEI celebró puertas abiertas con estreno incluido de una singular exposición de literatura de canya i cordill, ejemplares de romances de entre finales del XVIII al XX que se exponían para su venta colgados de un cordel y prendidos con una caña en forma de pinza.

Poco después, el Vermut Literari que organiza la librería Punt de Llibre en la rambla Aragó tomó el protagonismo de la jornada. De hecho, el responsable de esta cita con autores y editores, el librero Miquel Bernal, se mostró satisfecho de haber llegado a 30 años de un vermut que pone ‘cara’ a muchos autores de Lleida. Además, a pesar de la campaña electoral, el encuentro en esta ocasión contó con una menor presencia política que en anteriores citas y los protagonistas fueron los escritores. Entre ellos, algunos que se estrenaban con mucho éxito e ilusión en el terreno literario –como Teresa Ibars con su Atles de l’oblit–; otros que confiaban en repetir buenas ventas de libros anteriores –como el Sr. Postu con Sóc més de l’oest, que no dejaba de hacerse fotos con sus ‘postufans’–; o autores más veteranos que, sin novedad ahora en las paradas literarias, no dejaron de acudir a la cita. Por ejemplo, el pallarés Pep Coll, que después de su incursión en la historia y filosofía griegas con Al mateix riu d’Heràclit, ya prepara nuevo libro para el año que viene, “en el que volveré a casa, al Pirineo”. Más avanzado podría ser el caso de Emili Bayo, con una nueva historia que “espero publicar antes de fin de año”. También rezumaban satisfacción Jordi Pàmias y Jaume Pont, editores a dúo de la antología Poetes de Ponent, que reúne a 74 poetas leridanos desde finales del XIX hasta hoy y que “es una aportación importante al canon de la poesía catalana”, o el ilustrador Òscar Sarramia, autor de La tercera catedral, “un libro más de historia que de fútbol” sobre los 100 años de la construcción del Camp d’Esports.

Desayuno de Pagès Editors con más de 50 autores Como cada Sant Jordi, Pagès Editors arrancó la jornada tomando fuerzas con un desayuno en el que reunió a medio centenar de autores de la ‘casa’ con novedad literaria. En esta ocasión, el encargado de la glosa literaria fue el filólogo, escritor y político Josep-Lluís Carod-Rovira, que reivindicó “la lectura como un acto revolucionario. Ante un libro tienes la oportunidad de conocer un mundo diferente y de imaginarte uno mejor; por eso, la lectura será siempre el acto más importante de libertad que pueda existir”. Carod-Rovira también expresó su deseo de que “me gustaría que el libro más vendido fuera sobre la historia del procés, porque significaría que el procés ya se ha acabado”.