Un centenario ‘desconocido’

El próximo miércoles, 22 de mayo, se cumplirán cien años del nacimiento en Cal Cirera de Castelldans de Miquel Lladó, un escritor autodidacta, autor de más de una veintena de libros en géneros que van desde la poesía a la novela pasando por el artículo periodístico, el teatro, la prosa filosófica o el relato corto. Este 2019 también se cumplen veinte años de su fallecimiento en Andorra, donde residió desde la década de los sesenta y donde retomó su ‘oficio’ literario que había arrancado en los primeros años de la postguerra en Lleida pero que se fue diluyendo en aquella ciudad impregnada de ‘leridanismo’.

En Castelldans ya se ha comenzado a celebrar el centenario de Miquel Lladó (ver desglose), aunque una de las citas principales será el estreno de una calle con su nombre, un vial recientemente urbanizado frente a la cooperativa de la localidad. Será un estreno sin acto oficial, al coincidir en plena semana de campaña electoral. Los actos públicos se trasladarán al menos hasta los primeros días de septiembre, en la Festa Major de Castelldans, con la presentación de una antología de su obra poética, ensayística, narrativa y epistolar, que desde hace unos años está preparando el poeta y filósofo leridano Eduard Batlle, verdadero impulsor a través de la Càtedra Màrius Torres de la Universitat de Lleida del ‘redescubrimiento’ de un autor que cuenta incluso con numerosos textos inéditos.

A diferencia de otros autores contemporáneos, Lladó apenas cursó estudios primarios. Con 12 años ya ayudaba a su padre en las labores del campo. Eso sí, bajo la guía del rector de Castelldans, Lladó comenzó a escribir cuentos y poemas, hasta que a los 18 la Guerra Civil le llevó hasta el frente del Segre. Durante la siguiente década comenzó a publicar artículos en la prensa de Lleida, entre ellos uno reivindicando la obra de Màrius Torres. Estableció amistad con Manuel de Pedrolo y con Guillem Viladot, en una época en la que se debatía entre escribir en el castellano oficial o en el catalán materno. Las circunstancias económicas le acabaron llevando a Andorra, huyendo también del rancio ‘leridanismo’ de la época. Fue en el Principat donde retomó con fuerza su vena literaria fundando incluso una editorial en 1979, con colaboradores como Josep Lladonosa, Lluís Maria Xirinacs, Joan Brossa, Albert Manent, Joan Triadú, Francesc Pané o Josep Maria Espinàs. En 1995, cuatro años antes de su muerte, ganó el premio Les Talúries de poesía del Institut d’Estudis Ilerdencs. La divulgación de su legado sigue siendo una asignatura pendiente de la literatura de Ponent.

Miquel Lladó, cien años despuésDurante este 2019 se conmemora el centenario del nacimiento de Miquel Lladó, y también los veinte años de su fallecimiento. Entre los diferentes actos organizados para recordar y reivindicar la obra del poeta nacido en Castelldans, uno de los protagonistas del resurgimiento cultural durante la primera etapa de la postguerra, cabe destacar la lectura de poemas que llevó a cabo el grupo teatral TOAR en la Biblioteca Pública de Lleida en el marco de la celebración del Día Mundial de la Poesía. Asimismo, los poemas de Lladó protagonizaron la ‘verbena’ de Sant Jordi que organizó la biblioteca municipal de Castelldans. En este sentido, el ayuntamiento de este municipio de Les Garrigues ha urbanizado una calle de la localidad, que ha dedicado al escritor. Finalmente, en otoño está prevista la publicación del libro Del fonoll a la neu. Antologia de textos de Miquel Lladó, a cargo de Eduard Batlle, en el marco de la colección Meridians de la Càtedra Màrius Torres, que se presentará en el contexto de la jornada monográfica que la facultad de Letras de la UdL dedicará a este autor de Ponent el 26 de septiembre.