LITERATURA OBITUARIOBIBLIOGRAFÍA
Adiós al padre de Montalbano
El escritor siciliano Andrea Camilleri falleció ayer a los 93 años de edad en el Hospital Santo Espíritu de Roma, donde llevaba ingresado 25 días tras sufrir un paro cardíaco. La familia anunció que el último adiós al maestro tendrá lugar hoy en el cementerio protestante o “acatólico” de Roma, un tranquilo jardín a los pies de la pirámide Cestia donde reposan los restos de poetas e intelectuales como Antonio Gramsci. Camilleri fue una de las figuras más prolíficas en la escena artístico-cultural del siglo pasado, pasando por diferentes formas de narración, con el mismo éxito durante más de 60 años. Después de una larga carrera como director de teatro, televisión y radio, en 1978 debutó en la narrativa infantil. Con 68 años, en 1994, escribió La forma dell’acqua, que dio origen a la exitosa saga del comisario Montalbano, un jefe de policía siciliano brusco pero de buen corazón, con una reputación de insubordinación, agudeza mental y apetito por la cocina local. Este inspector, en homenaje a su amigo Manuel Vázquez Montalbán y a Carvalho, ha protagonizado una treintena de novelas de Camilleri, traducidas a 30 idiomas, y una serie televisiva en la RAI, que logró millones de seguidores en todo el mundo y convirtió a su creador en una celebridad mundial. A los 80 años escribió la última entrega de esta saga, Riccardino, que verá la luz próximamente, puesto que la dejó escrita a condición de que se publicara tras su fallecimiento. Su carrera comenzó en el género histórico. Con El curso de las cosas, escrita en 1968 y publicada 10 años más tarde, inauguró una serie de novelas históricas situadas en Vigàta, una ciudad imaginada por Camilleri. Asimismo, también indagó en la Italia fascista con títulos como La captura de Macalé (2003), Privado de título (2005) y La pensión de Eva (2007). A pesar de quedarse ciego en los últimos años, Camilleri continuó escribiendo con la ayuda de su secretaria. En 2013 publicó Come la penso, una autobiografía basada en recuerdos y ensayos. El escritor, que se declaraba comunista, vertía con frecuencia sus opiniones políticas con ironía y aseguraba que la ceguera le había hecho “libre”. Entre los innumerables galardones recibidos por Camilleri, destaca el premio Campiello 2011 a toda su carrera.