La Seu reabre hoy el claustro de Racionero tras 3 años cerrado

El ayuntamiento de La Seu d’Urgell reabrirá hoy al público después de tres años cerrado el claustro moderno ubicado en el Parc del Valira, diseñado por el escritor, economista y urbanista Luis Racionero e inaugurado en 1990. Será hasta el 11 de septiembre, con un horario diario de 10 de la mañana a 7 de la tarde. Hace tres años, el consistorio decidió cerrar el claustro para evitar problemas de incivismo, sobre todo pintadas y la celebración de fiestas de ‘botellón’. En esta prueba ‘piloto’ de poco más de dos meses, será la policía municipal de La Seu la que abrirá y cerrará cada día el acceso a este espacio del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Además, los agentes municipales pasarán diversas veces al día para vigilar este recinto urbano de entrada libre. El objetivo es que este elemento del patrimonio cultural pueda volver a convertirse en atractivo turístico de la capital del Alt Urgell. Así, tras la temporada de verano, el ayuntamiento valorará el uso que se ha hecho del claustro por parte de vecinos y visitantes para decidir si sigue manteniéndolo abierto al público. Este claustro moderno es uno de los elementos más destacados del parque fluvial del río Valira. Diseñado como una réplica del de la catedral de Santa Maria, su singularidad radica en una serie de capiteles en los que Racionero recreó figuras de personajes famosos del siglo XX, desde actores a científicos, religiosos y futbolistas, así como a políticos y dictadores (Franco, Mussolini, Hitler y Stalin), que en su día levantaron agrios cruces de declaraciones entre los partidos políticos en el ayuntamiento y debates entre los ciudadanos.

Un economista de pasión literaria Economista (Universitat de Barcelona) y urbanista (Universidad de Berkeley), Luis Racionero es más conocido por su carrera literaria. Nacido en La Seu en 1940, debutó con una novela histórica ambientada en su Pirineo natal, Cercamón (premio Prudenci Bertrana 1981). También ha ganado entre otros el Anagrama de ensayo (Del paro al ocio, 1983), el Azorín (La cárcel del amor, 1996), el Fernando Lara (La sonrisa de la Gioconda, 1999) y el Carlemany (L’últim càtar, 2000). En 2017 lamentó en una entrevista a SEGRE el cierre del claustro.