El curso de música de Cervera, a las puertas del 40 aniversario

El curso de música de Cervera está a las puertas del 40 aniversario. Ayer jueves por la tarde, en el ecuador del 39 curso, los estudiantes se hicieron la tradicional foto de familia en los patios de la Universidad. “Son estudiantes cada vez más jóvenes”, comenta la directora, Estafania Balcells, ya que buena parte de ellos tienen entre 15 y 16 años y además vienen porque quieren probar profesores con los que apostar para su carrera. Este el caso de Ma Yiwen, una jóven que se ha desplazado desde China para poder tocar la viola con Emile Cantor. De hecho, antiguamente el curso eran como unas pequeñas vacaciones musicales. Los jóvenes improvisaban grupos y tocaban por las calles, plazas y en los patios de la Universidad. Ahora los estudiantes miden cada minuto, explica Balcells, ya que su objetivo es conseguir uno de los puestos preciados de las grandes formaciones.

El mes de septiembre Cervera comenzará a preparar el 40 Curso Internacional de Música. El certamen es el más antiguo del Estado y el único que ha mantenido los formatos de clases individual, en grupos de cámara y de orquesta. De hecho, en 40 años la música ha pasado de ser un patrimonio exclusivo de las grandes urbes a poder ser aprendido en cualquier parte del territorio. Pese a que, antaño existian formaciones en casi todas las poblaciones, en la mayoría de los casos, el aprendizaje era rutinario y sin medios. Hoy, cualquier pueblo tiene a 10 minutos una escuela de música con profesores expertos. Cervera ya era una de las poblaciones que disponía de trayectoria musical. La Passió y les Completes se interpretaban en directo y ello hacía posible mantener cierto nivel. La llegada en la década de los años 60 del maestro Emili Pujol con su curso de guitarra fue un punto culminante. Acudían a Cervera músicos de todo el mundo para asistir a sus clases. En 1980 la escuela de música dirigida por Roser Trepat y Narcís Saladrigues tomó el relevo del maestro creando un curso para instrumentos de cuerda. Su éxito permitiría ampliar a piano, viento y percusión. En la década de los años 90, el curso pasó a dar cabida a cuerpos orquestales y de cámara. Poder practicar en grupo es uno de los atractivos para los estudiantes.