MÚSICA CERVERA
Lleno absoluto en la Càtedra Emili Pujol
Cervera bajó anoche el telón de la 39 edición de la Càtedra Emili Pujol después de una semana de impregnar la ciudad de música de la mano de los casi 200 jóvenes estudiantes y los 14 conciertos programados, así como otros de espontáneos, que llenaron las calles y las plazas de la capital de la Segarra.
Los 14 conciertos del programa (7 en el festival internacional de noche y 7 en el Vila Closa) superaron el 90% del aforo disponible. Cabe destacar el éxito y la buena acogida del concierto del lunes, abierto a otros registros estilísticos y que este año la organización dedicó al swing. También superó de largo el aforo disponible el concierto del viernes dedicado a la cultura popular local, con decenas de personas fuera del Paranimf de la Universitat.
Por su parte, los casi 200 alumnos participantes en el curso, procedentes de diferentes puntos de Catalunya y del Estado español así como de Canadá, Estados Unidos, Italia y Japón, hicieron una valoración “positiva” de las clases y se mostraron “satisfechos” del alto nivel de la treintena larga de profesores.
El Curs y el Festival Internacional de Música se complementan desde hace 16 ediciones con la Fira de Lutiers, que convierte por un día Cervera en la capital europea de los fabricantes de instrumentos. Este año, el certamen se dedicó al contrabajo y el público pudo admirar y escuchar un Agustí Altimira (1837-1880).
El año que viene, Cervera celebrará el 40 aniversario de la Càtedra Emili Pujol. La organización iniciará en septiembre los preparativos con el fin de poder conmemorar estas cuatro décadas de forma especial.
La música de la cultura popular local, presente en el festival La Càtedra Emili Pujol quiso sumarse a la conmemoración este 2019 del título de Cervera, Capital de la Cultura Catalana. Por este motivo, en el concierto de la noche del viernes, la banda del curso, bajo la dirección de Manel Valdivieso, interpretó las melodías del bestiario tradicional local, concretamente el Ball de l’àliga, compuesto por Xesco Grau,y el Ball del drac, escrito por Quim Granell y arreglado por Jordi Castellà. La interpretación se completó con una exhibición de los respectivos bailes a cargo de la Confraria de l’Àliga y de los Diables Carranquers. La segunda parte del concierto, con las músicas del bestiario local, tuvo lugar en uno de los patios de la Universitat mientras que la primera, en la que la orquestra del festival ofreció el Carnaval dels animals de Camille Saint-Saëns, llenó hasta la bandera el Paranimf.