La Granadella estrena esculturas

La Granadella inauguró ayer un paseo escultórico en el Mirador de les Terres de l’Ebre (Coll de Bovera) con dos obras que se enmarcan dentro del Land Art, movimiento artístico que fusiona arte y paisaje. La primera de ellas, Punts suspensius..., es obra del artista barcelonés Sergi Quiñonero, quien reflexiona sobre cómo el ser humano trata a la naturaleza y las consecuencias que esto conlleva. Por su parte, el valenciano Cristian Gil presentó Connexions, con la que reivindica la relación entre “nuestro cuerpo” y todo lo que nos rodea. “Al fin y al cabo, todos somos carbono”, reflexiona Gil. Uno de los momentos más destacados del estreno fue la performance de Quiñonero quien, sentado en una silla, empezó a escribir diferentes notas en silencio, mientras Gil las repartía entre los asistentes, más de un centenar. Cada una de ellas contenía un mensaje con el que concienciar a los presentes sobre la importancia de proteger la naturaleza. Asimismo, durante la velada se improvisó un debate entre público y artistas, que culminó con una degustación de productos de proximidad maridados con vino, cortesía del Centre de la Cultura de l’Oli de Catalunya (CCOC).

La iniciativa forma parte del proyecto Oliverart y su objetivo es instalar cada año dos nuevas esculturas en el paseo.