LITERATURA GALARDONES
Premios de Girona con acento de Lleida
El filósofo, escritor y profesor universitario Ferran Sáez (La Granja d’Escarp, 1964) y el historiador y arqueólogo Ramon Cardona (Solsona, 1965) pusieron ayer el acento leridano en la gala de entrega de los premios literarios de Girona. Como ya se anunció el pasado mes de junio, Sáez ganó el premio de ensayo Carles Rahola por La vida aèria, mientras que Cardona se llevó el Miquel de Palol de poesía por Tocat i enfonsat. Los otros dos grandes protagonistas de la velada fueron la escritora de Sabadell Montse Barderi, ganadora del Prudenci Bertrana con la novela La memòria de l’aigua, y el terrasense Lluís Prats, que se hizo con el Ramon Muntaner de literatura juvenil con Kambirí.
Unas horas antes de la gala, Sáez explicó a SEGRE que “La vida aèria es un dietario, a veces con fecha y otras no, en el que ofrezco una determinada mirada desde el aire, desde lo alto, no en un sentido presuntuoso o de perspectiva privilegiada sino de alguien ya con una edad adulta que se dedica a pensar y a escribir”. Una “mirada irónica pero no cínica” que explora la comedia humana haciendo aflorar ideas a partir de las propias vivencias, evitando hablar de la actualidad, porque “más allá de la actualidad existe la realidad”. La referencia al aire en el título también tiene que ver con la pasión del autor, que toca diversos instrumentos, con la música: “El aire, el viento, hace sonar a algunos instrumentos y, en definitiva, también el latín spirare, soplar, dio pie a la palabra espíritu”.
El Auditori de Girona acogió anoche la gala de premios, en un acto presidido por el President Quim Torra
Por su parte, Cardona desveló que Tocat i enfonsat surgió a raíz de unas excavaciones arqueológicas en un yacimiento íbero del Penedès. Allí descubrió “la soledad del bosque” y comenzó a escribir los versos de esta obra. El poemario se divide en paisajes de umbría, que relaciona con la infancia; “crestas de las montañas”, que simbolizan “el lugar donde se arriesga más, en el amor o en las guerras”; y “las solanas”, que define como “un espacio más tranquilo, de observación”.
La novela del Prudenci Bertrana reivindica a la mujer trabajadora Montse Barderi, la ganadora del Prudenci Bertrana de novela –obra que como la del resto de premiados saldrá ya hoy a la venta–, reivindicó en La memòria de l’aigua la importancia de explicar el papel de la mujer trabajadora en Catalunya “con su propia voz” en una ficción histórica que narra la vida de tres generaciones de mujeres desde finales del siglo XIX. Por su parte, el ganador del Ramon Muntaner de literatura juvenil, Lluís Puig, se basó en la crisis de refugiados para escribir la novela Kambirí. La historia habla de una niña huérfana que llega Lampedusa (Italia) y uno de los médicos que atiende a los inmigrantes decide adoptarla. Por otro lado, el premio Cerverí de mejor letra de canción en catalán fue para el tema Sempre és estiu, de la banda de música urbana Lildami. Finalmente, el premio Lletra distinguió los proyectos Blue Deep Rhapsody y Booktrailers.