TRIBUNALES PATRIMONIO
El fiscal pide multar a Vila y Puig por “retener” el arte de Sigena
La fiscalía de Huesca ha reclamado para los exconsellers de Cultura de la Generalitat Santi Vila y Lluís Puig dos años de inhabilitación en cualquier cargo público y multas de 18 euros diarios durante 11 meses (5.940 euros) a cada uno por negarse a devolver al monasterio oscense de Sigena las 44 obras del Museu de Lleida, según publicaron ayer varios medios de comunicación aragoneses. Asimismo, la petición fiscal incluye que los antiguos consellers indemnicen al gobierno de Aragón por los gastos generados en el operativo de traslado en diciembre de 2017, tanto por la empresa especializada que se encargó de la manipulación del patrimonio, que facturó, según las mismas fuentes, unos 13.000 euros, como por el resto de costes sobrevenidos. El escrito acusatorio se basa en que ambos políticos “se negaron a emprender actividad alguna” para cumplir las órdenes del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca, tribunal desde donde se emitió la sentencia que obligaba a la devolución de dichos bienes culturales.
Los hechos se remontan a 2015 cuando la resolución judicial declaró nulas las compraventas de las obras de arte hechas por la Generalitat entre 1983 y 1992 y por el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en 1994, decisión que fue ratificada posteriormente aen 2017 por la Audiencia de Huesca. Tras conocerse la resolución, Santi Vila atendió parcialmente su ejecución y ordenó el retorno de las últimas piezas adquiridas por el MNAC de Barcelona, aunque se negó a hacer lo propio con las 44 depositadas en el museo de Lleida. La negativa de los exconsellers llevó al juzgado de Huesca a ordenar la entrada en el equipamiento de una comisión judicial apoyada por la Guardia Civil para proceder a la incautación y traslado de las piezas. Tras ser intervenida Catalunya con la aplicación del artículo 155, el ministro de Cultura Iñigo Méndez de Vigo autorizó el operativo.
Un traslado agilizado por la aparición del artículo 155 ? El 11 de diciembre de 2017 es un día que para muchos leridanos será difícil de olvidar. La ciudad amaneció con un gran dispositivo policial liderado por la Guardia Civil, quienes se llevaron en un camión y un furgón las 44 obras originarias del monasterio oscense que conservó el Museu de Lleida durante decenas de años. Después de dos décadas de ‘batallas’ judiciales en los tribunales entre Aragón y Catalunya, tras la aplicación del artículo 155 en, en menos de dos meses “desparecieron” las obras. Decenas de efectivos de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra secundaron el operativo y tomaron desde la noche anterior al traslado la rambla Aragó y las calles adyacentes, convirtiendo el museo de Lleida en un fortín infranqueable vigilado por tierra, y también aire, con un helicóptero.