Lleida, un territorio para excavar

Las comarcas de Lleida han acogido en lo que va de año un total de 42 campañas de investigación arqueológica, solo por detrás de la provincia de Barcelona (con 48) y por delante de Tarragona (39) y de Girona (28). Entre las intervenciones con resultados más destacados, cabe mencionar la del yacimiento paleontológico de Les Gavarres, en Suterranya (Pallars Jussà), donde aparecieron tres espectaculares fósiles pertenecientes a un dinosaurio saurópodo que debía medir unos 23 metros de longitud; la del yacimiento andalusí del Pla d’Almatà de Balaguer (de los siglos VIII-XI), donde se excavó una sala de modelaje de un taller de alfarería en la que se conservaba una piedra de molino reaprovechada como base para el torno; la excavación de la planta de la iglesia del convento sanjuanista de Alguaire, el que fuera el principal monasterio femenino del orden del Hospital de Catalunya, construido a mediados del siglo XIII; y el estudio del conjunto de grabados medievales descubiertos el año pasado por unos vecinos en unas rocas en Saurí, en la Vall d’Àssua (Pallars Sobirà).

La consellera de Cultura, Maiàngela Vilallonga, presentó ayer en el Palau Marc de Barcelona el balance de las campañas arqueológicas y palentológicas de este 2019 en Catalunya promovidas desde el departamento, con una inversión directa de 2,2 millones de euros.

Además de las 157 intervenciones de investigación científica, se han desarrollado otras 861 excavaciones preventivas (aquellas obligatorias en proyectos de obras o en actuaciones que podrían afectar restos arqueológicos o palentológicos) y 7 de urgencia (aquellas en lugares donde no se conocía la existencia de yacimiento).

En el caso de las excavaciones de carácter preventivo, Ponent se sitúa a la cola en Catalunya con una sesentena de intervenciones, muy lejos de las más de 300 en Barcelona (debido a que es la zona más urbanizada, sobre todo en áreas de las ciudades de Barcelona, Sabadell y Granollers) o las más de 200 en Tarragona, donde destaca la antigua ciudad romana de Tárraco. En Lleida, en cambio, este tipo de actuaciones preventivas derivan básicamente de labores agrícolas y de planeamiento urbanístico.

Por otro lado, se anunció una nueva campaña de excavaciones antes de fin de año en el yacimiento ibérico del Molí de l’Espígol de Tornabous (Urgell).

Seis nuevos espacios protegidos en el Urgell, Solsonès y Segrià Hasta finales de septiembre, el departamento de Cultura había declarado este año en Lleida seis nuevos espacios de protección arqueológica, lugares que no disfrutan del sello de interés nacional pero que, por evidencias materiales, por antecedentes históricos o por otros indicios, se presume la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos. Se trata del Tossal de Solibernat, en Torres de Segre (Segrià); el conjunto de Castellvell, en Olius, y El Collet de Su y La Pera, en Pinós (Solsonès); y las villas romanas de El Reguer, en Puigverd d’Agramunt, y de El Vilet, en Sant Martí de Riucorb (Urgell). Desde años anteriores, también cuentan con esta figura de protección enclaves como la Cova Gran de Les Avellanes i Santa Linya (Noguera); la villa romana de Llorís, en Isona (Pallars Jussà) o el yacimiento de Els Estinclells de Verdú (Urgell).