La Diputación muestra su apoyo al Museo y al Obispado de Lleida en la "legítima defensa" de su patrimonio
Talarn muestra sorpresa por el hecho de que el juez no haya tenido en cuenta ni una de las pruebas aportadas
Ante el conocimiento de la sentencia del juzgado número 1 de Barbastro, que ordena la devolución "inmediata" a la diócesis de Barbastro-Monzón de las 111 obras de arte que forman parte del fondo del Obispado de Lleida y son conservadas en el Museu de Lleida, el presidente de la Diputación leridana, Joan Talarn, ha mostrado su "absoluto apoyo" tanto a la dirección del Museu de Lleida, del que la Diputación es patrona, como el Obispado, que en el juicio celebrado en el mes de mayo aportó pruebas que acreditaban la propiedad legal de las piezas en litigio. De esta sentencia conocida este miércoles, "sorprende que el juez no haya tenido en cuenta ni una de las pruebas aportadas en sede judicial", afirma Talarn.
El presidente de la Diputación, en contacto con el resto de patrones, anima al Museo y el Obispado a presentar el pertinente recurso al que se tiene derecho en los próximos 20 días, tal como están estudiando los pertinentes servicios jurídicos, y a "no desfallecer en la defensa del patrimonio de una institución cultural que lo es de toda Cataluña, no sólo de Lleida".
En este sentido, el presidente de la Diputación también lamenta que esta sentencia se dé a conocer el mismo día en que se recuerda uno de los "actos más vergonzosos que se sufrieron en Cataluña durante la aplicación del artículo 155, cómo fue la entrada y ocupación del Museo de Lleida por las fuerzas policiales para sustraer otras obras, las originarias de Sigena, mientras el procedimiento judicial no estaba del todo concluido". Según Talarn, a aquel "triste suceso parece que se le quiera sumar hoy un acto de escarnio que tenemos que sentir como ofensa propia todos los leridanos y leridanas, así como el pueblo de Cataluña".
Por lo tanto, añade Talarn, que a la defensa del patrimonio esta vez sí que se podrá sumar la Generalitat, que hace justo dos años, y bajo el mando del gobierno del Estado, hizo caso omiso a sus obligaciones con la legislación patrimonial catalana "impidiendo el mantenimiento de las defensas judiciales y facilitando aquella ignominiosa imagen de agentes fuertemente armados llevándose las obras del Museu de Lleida el 11 de diciembre de 2017".