La lectura, aún mejor en papel

Los préstamos de libros en formato físico aumentaron un 1% en la Biblioteca Pública de Lleida durante 2018 llegando hasta los 124.310 ejemplares, además de 4.136 en formato electrónico. Esta incremento, explicó su directora Antònia Capdevila, viene produciéndose durante los últimos 3 años, y añadió que “tanto los libros en papel como electrónicos coexisten perfectamente”. En este sentido, Capdevila destacó que, al contrario de lo que se auguraba cuando los préstamos electrónicos se introdujeron en la biblioteca, los libros físicos “siguen aguantando”. “Lo más habitual es que los usuarios escojan ambas modalidades”, aseguró. Actualmente la Biblioteca de Lleida cuenta con un fondo de más de 230.000 documentos (172.860 libros, 22.547 audiovisuales, 17.000 del fondo patrimonial –archivos anteriores a 1960–, 13.427 musicales y 5.539 de distinta clasificación). Asimismo, el número de usuarios también aumentó casi en un 7% llegando hasta las 241.216 personas. Con respecto al perfil del usuario que visita la biblioteca, Capdevila señaló que la mayoría son personas que habitualmente acuden solo cuando lo necesitan, y que los jóvenes, cada vez más, la asocian a una “zona de estudio, para hacer trabajos y quedar con sus compañeros”.

En el cómputo global de la provincia de Lleida, el número de bibliotecas públicas se mantiene desde 2016 con un total de 59 en 2018, mientras que las especializadas (centradas en un tema) pierden una hasta las 33, según los últimos datos del Institut d’Estadística de Catalunya. En este caso, el número de visitantes a las bibliotecas de Ponent ha descendido en 6.317 personas, y, sin embargo, los inscritos suben en 11.800 hasta los 258.590. Uno de los servicios que todavía está pendiente de mejora es el acceso a internet por parte todo el público, mediante red WIFI, ya que de las 100 bibliotecas con las que cuenta la provincia, todavía 31 no disponen de conexión.

El sótano almacena archivos que datan de los siglos XVI y XVII El sótano de la Biblioteca de Lleida esconde un pequeño tesoro de archivos antiguos. En su almacén se encuentran documentos desde el siglo XVI hasta el XIX, así como algunos incunables (libros impresos durante el siglo XV). Entre los más de 230.000 archivos que alberga, alrededor de 50.000 están guardados allí. También están allí almacenadas publicaciones oficiales antiguas, documentación patrimonial o colecciones completas de revistas. Para ver uno de estos documentos debe pedirse permiso con al menos un día de antelación.