CINE GALARDONES
“Ahora sueño con el Goya”
El leridano Xavi Font (Bellpuig, 1972) estaba exultante ayer, apenas unas horas después de que la película gallega Lo que arde, de Oliver Laxe y de la que firma la producción ejecutiva, se hiciera la noche del domingo con un Premi Gaudí. “Todo el equipo estamos muy contentos, han sido unas horas de muchas emociones y hemos recibido mucho afecto en Catalunya y también en Galicia”, explicó a SEGRE este músico, compositor y también productor afincado en Santiago de Compostela. Font reconoció que “no sabíamos qué podíamos esperar en los Gaudí”. El resultado fue el premio en la categoría de mejor película europea, y también el de mejor fotografía para Mauro Herce. “¡Ahora podemos soñar con el Goya!”, exclamó. Y es que Lo que arde optará el próximo sábado a 4 estatuillas de la Academia en la gala del cine español. Entre ellas, la de mejor película, codo con codo con dos monstruos de la gran pantalla: Almodóvar con su Dolor y gloria, y Amenábar con Mientras dure la guerra. “Será muy difícil, pero después de tantos elogios que recibimos, el premio ya es lo de menos”, aseguró Font. “Lo más importante es que hemos conseguido que Galicia se sienta representada, como hicieron en su día Pa Negre con Catalunya o Handia con Euskadi, gracias a una película que ayuda a reflexionar sobre nuestro entorno rural y la conservación del patrimonio natural”, añadió.
El acento leridano en los Gaudí llegó también de la mano del cineasta Francesc Betriu (Organyà, 1940), reconocido con el galardón honorífico por su trayectoria profesional de más de seis décadas. El director de La plaça del Diamant o Réquiem por un campesino español dedicó el Gaudí d’Honor a la familia y a todos los ganxos, “todos los que hemos nacido en Organyà, donde se encontró el primer texto literario en catalán, las Homilies”. En su discurso, Betriu recordó a la generación de cineastas que comenzó durante el franquismo y su lucha “larga y dura” contra la censura “cruel y arbitraria”. “Gracias a aquella lucha cualquier persona puede trabajar hoy en el cine sin ningún carnet”, afirmó. Betriu agradeció “el trabajo de todos aquellos que nunca estarán nominados a un Gaudí, pero son fundamentales para hacer cine” y tuvo un recuerdo, entre otros, para su amigo y colaborador Benet Rossell, el artista de Àger fallecido en 2016.