Lluís Puig atribuye al 155 el “expolio” de las obras de Sigena

El exconseller de Cultura de la Generalitat Lluís Puig atribuyó ayer a la gestión que hizo el gobierno central con la aplicación del artículo 155 en Catalunya del “expolio” de las obras de arte que conservaba el Museu de Lleida y que se trasladaron en diciembre de 2017 al monasterio de Sigena en una polémica operación con Guardia Civil incluida. En su comparecencia por videoconferencia en la comisión de investigación del 155 del Parlament (más información en página 18), Puig criticó que con las obras de Sigena y las que reclama Barbastro “se ha hecho una guerra que todavía no ha acabado”, pero reivindicó que el Govern siempre cumplió la legalidad y que nunca renunció a la titularidad de las piezas. “Se ha hecho de esto una guerra sacrosanta en defensa de unos problemas de la Iglesia católica cuando de problema no había ni uno”, lamentó el exconseller desde Bélgica. También detalló que el 155 supuso el freno de las obras de restauración en la Seu Vella (que comenzaron finalmente el pasado otoño), el inicio de la biblioteca municipal de Sort o los archivos comarcales de la Alta Ribagorça y Les Garrigues.

Asimismo, Puig aseguró que dos años después del traslado al monasterio oscense el estado de conservación de las 44 obras de arte se ha “deteriorado”, en alusión a las condiciones museísticas de las salas que las acogen, en un edificio en proceso de restauración. También insistió en que el proceso judicial que tienen en la actualidad tanto él como el exconseller Santi Vila por esta cuestión es “una causa política”. Los dos exconsellers están acusados de desobediencia, y en el caso de Vila también de usurpación de funciones judiciales, y que el juzgado de Huesca les exigió el mes pasado unas fianzas de 300.000 euros.

Durante la intervención de los grupos políticos en la comisión, Lucas Ferro (CatECP) afirmó que el 155 provocó “indefensión jurídica” de la Generalitat con Sigena. Gemma Espigares (ERC) agradeció la defensa del patrimonio catalán que hizo Puig y criticó que el 155 tenía la intención de frenar la “gestión cultural de un país”. Gemma Geis (JxCat) aseguró que “usurparon funciones”, generaron “daños” y se produjo una pérdida de la proyección internacional de la lengua catalana”. El diputado de la CUP Carles Riera se mostró preocupado por cómo se ha “interiorizado” en muchas instancias políticas, culturales y sociales los límites de la censura del 155.