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Sant Jordi, en la cuerda floja

Una concurrida parada de libros en el Eix Comercial de Lleida en Sant Jordi del año pasado.

Una concurrida parada de libros en el Eix Comercial de Lleida en Sant Jordi del año pasado.ÓSCAR MIRÓN

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A cinco semanas apenas para Sant Jordi, el sector de las librerías y editoriales reconoce que la gran fiesta del libro y la rosa del próximo 23 de abril, que reúne a miles de personas en las calles de toda Catalunya, está en la cuerda floja. Hoy mismo estaba prevista una reunión de libreros, editores y distribuidores con la Generalitat para tomar una decisión al respecto. Aunque tanto el Gremi de Llibreters como el de Editors de Catalunya afirmaban el pasado jueves que Sant Jordi se mantenía, los acontecimientos se han precipitado desde entonces –con cierre de librerías y suspensión de presentaciones de libros–, por lo que la perspectiva es muy pesimista. Así lo reconocía ayer el responsable del gremio de libreros en Lleida, Jordi Caselles, a la expectativa de lo que se decida en las próximas horas a nivel de Catalunya y viendo cómo, por ejemplo, la Feria del Libro de Madrid, que estaba prevista del 29 de mayo al 14 de junio, ya se ha aplazado hasta octubre.

Con la librería cerrada y rodeado de cajas con las últimas novedades, Caselles lamenta “una situación excepcional, que no sabemos cómo se desarrollará, por cuánto tiempo y, sobre todo, cómo nos reharemos del impacto si finalmente se suspende Sant Jordi”. Aunque algunas voces en el sector han lanzado la idea de cambiar el día del libro para dentro de unos meses, Caselles no es demasiado partidario de posponer Sant Jordi, un evento que ya hace unos años abarca prácticamente toda una semana de ventas especiales de libros, lo que puede suponer (según el tamaño del comercio) una media del 5% de la facturación de todo el año.

El sector cultural estima unas pérdidas directas e indirectas de 960 millones de euros en un mes

Por otro lado, Caselles confirmó que en Lleida, igual como sucedió en otras librerías de Catalunya, también crecieron ligeramente las ventas de libros el pasado viernes, justo antes de cerrarse los comercios por la crisis sanitaria del coronavirus con el objetivo de hacer acopio de lectura para superar así la cuarentena. “Se notaron más compras de última hora, por ejemplo, de best-sellers como el último de Santiago Posteguillo, Y Julia retó a los dioses; Boulder, la nueva entrega de la autora de Permafrost, Eva Baltasar; ensayos como Pseudohistòria contra Catalunya o Cap fred, cor calent, de Artur Mas; y también la nueva novela de la leridana Montse Sanjuan, Dues dones”.

Por otra parte, los autores, artistas, editores y productores culturales agrupados en Adepi (Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual) cifraron ayer las pérdidas directas e indirectas en el sector cultural en 960 millones de euros en un mes por la crisis del coronavirus, según las primeras estimaciones que han calculado las entidades miembros de la asociación.

A través de un comunicado, Adepi consideró que la actual situación exige una “respuesta coordinada entre los afectados y los poderes públicos que permita paliar la afectación completa durante un mes al funcionamiento de un sector que significa el 3,5% del PIB estatal”. Asimismo, la asociación alertó de una “contracción del PIB cultural”, que la entidad cifró ya en un mínimo de 3.000 millones de euros.

En el terreno teatral, el Teatre Lliure, a través del hashtag #TheShowMustGoOn, anunció toda una serie de contenidos teatrales accesibles desde sus redes sociales. Una de las propuestas estrella, #LliureAlSofà, permitirá el visionado completo de obras teatrales a través de YouTube. Se estrenará con Hamlet, de William Shakespeare, dirigida por Pau Carrió y protagonizada por Pol López, que recibió el Premi Butaca 2016 al mejor actor.

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