ÓBITOS ARTISTA
Adiós al creador de Astérix y Obélix
El legendario dibujante francés Albert Uderzo, creador junto al guionista René Goscinny de las aventuras de Astérix y Obélix, los dos galos más famosos de la historia y del planeta, falleció ayer a los 92 años en su casa en Neuilly, junto a París. Uderzo murió como consecuencia de una crisis cardíaca “sin relación con el coronavirus”, explicaron fuentes de la editorial Salvat, que destacaron que falleció “rodeado del amor de su familia”. El pequeño guerrero de bigotes rubios y gordo compañero pelirrojo repartidor de menhires marcaron la vida de Uderzo durante más de sesenta años, desde que los dos personajes nacieron de sus lápices y el ingenio de su amigo René Goscinny en 1959. Las aventuras de los dos galos se hicieron rápidamente populares no solo en Francia sino rompiendo fronteras por todo el mundo vendiendo desde entonces más de 380 millones de ejemplares (24 millones en España) de un total de 38 álbumes y traduciéndose a 111 lenguas y dialectos.
Nacido en 1927 de padres emigrantes italianos en un pueblo junto a Reims (norte de Francia), y fascinado por el cómic y por hacer reír a los demás –nunca ocultó que su profesión frustrada era la de payaso–, Uderzo dibujó desde su más tierna infancia, lo que le llevó a crear en 1944 su primer cómic, Flambergue, una historia de mosqueteros. Su vida cambió cinco años más tarde, tras conocer a Goscinny, a quien consideraba su “hermano”. Autores asimismo de otros cómics como el del pequeño indio Umpah-Pah, la pareja creativa se rompió en 1977 con la muerte del guionista con tan solo 51 años, lo que sumió a Uderzo en la devastación. Sin embargo, el dibujante se sobrepuso y decidió continuar con la serie de Astérix ejerciendo él mismo como guionista y dibujante –lo que le llevó a firmar siete álbumes y a generar cierta polémica entre muchos fans partidarios de terminar la serie–, e incluso llegó a fundar su propia casa editorial, Albert-René.
En los últimos años mantuvo un contencioso con su hija Sylvie por la gestión del patrimonio de Astérix, que se resolvió con un acuerdo extrajudicial en 2014.
En 2013 anunció que no podía seguir dibujando y cedió el testigo de Astérix al ilustrador Didier Conrad y el guionista Jean-Yves Ferri, aunque conservó la potestad de supervisión de los nuevos álbumes, el último de los cuales, La hija de Vercingetórix, apareció el año pasado.