HISTORIA FOTOGRAFÍAS
Un doctor en las obras del pantano de Talarn
Especialista en enfermedades infecciosas, controló en 1913 posibles epidemias entre los obreros || El Arxiu del Pallars Jussà ‘estrena’ fotos de la familia Anguera
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no de los grandes especialistas en epidemias e infecciones en la España de la primera mitad del siglo XX, el doctor Alberto Anguera Anglés, dio sus primeros pasos como médico en 1913 en las obras del pantano de Sant Antoni, en Talarn, en el Pallars Jussà, donde dirigió el hospital de campaña del campamento instalado por la empresa Riegos y Fuerzas del Ebro. Su nieto, Carlos García-Aranzana Anguera, cedió a principios de febrero al Arxiu Comarcal del Pallars Jussà los derechos de reprografía y publicación de 55 fotografías y postales del fondo gráfico familiar de la época de su abuelo en su primer destino profesional. Poco podía imaginar entonces que apenas un mes después, el Gobierno declararía un insólito estado de alarma por una pandemia global, la ‘especialidad’ de su abuelo.
Nacido en Tortosa en 1885 y licenciado en Medicina en 1912, llegó al año siguiente a las obras de Sant Antoni
Alberto Anguera nació en Tortosa en 1885 y estudió la carrera de Medicina en la Universitat de Barcelona, donde se licenció en 1912. Como explica el director del Arxiu del Pallars Jussà, Fernando Lázaro, “gracias a la documentación aportada por su nieto, sabemos que poco después ya ejercía como médico director del hospital de la presa de Sant Antoni en 1913, trabajando para la compañía de Riegos y Fuerzas del Ebro, unos tiempos excepcionales pues se iniciaba la revolución y la creación de nuevas presas y centrales hidroeléctricas en nuestra comarca, iniciadas por el ingeniero industrial estadounidense Frederick Stark Pearson”.
Gracias a estas fotografías se puede conocer cómo era la vida de un médico dedicado a la salud de un campamento que concentraba a centenares de obreros. Destacan las imágenes de Anguera ejerciendo de doctor, con su bata blanca, sus instrumentos médicos y el hospital del que era responsable. En una de las postales enviadas a su esposa, encriptadas con una clave que solo ellos dos conocían y que en el Arxiu han podido descifrar con la ayuda de Miquel Bailac, el doctor Anguera comentaba que “tuve una larga conferencia con el director al respecto de las medidas que tenemos que adoptar este verano (1913 ó 1914) para que no se declare una epidemia en el campamento. Me ha dado vara alta para todo, diciendo que queda a mi cuidado velar por la salud del campamento”. Estas palabras marcarían la futura especialidad médica del doctor Anguera, pues en 1919 se doctoró en la Universitat de Barcelona presentando una tesis de un estudio clínico bacteriológico sobre una epidemia de tifus.
En 1918 ya se encontraba en Irún, como delegado de Sanidad, durante la terrible pandemia de gripe que mató a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Afincado durante años en esta localidad guipuzcoana –de la que fue incluso concejal y donde falleció en 1975 a los 90 años–, ocupó cargos de relevancia como la dirección del Instituto Radio Quirúrgico de San Sebastián, entre otros organismos científicos.
Y como especialista en infecciones, en octubre de 1931, comisionado por el Gobierno español, viajó a China junto a otros técnicos sanitarios europeos a petición de la Sociedad de Naciones para instruir a los sanitarios locales y visitar campamentos y localidades afectadas por enfermedades infecciosas surgidas a raíz de las inundaciones del gran río Yangtsé.