EQUIPAMIENTOS CORONAVIRUS
El Pirineo cultural, a la espera
La fase 1 de la desescalada del confinamiento se estrenó ayer en el Pirineu y Aran –los únicos territorios de Lleida–, lo que permite la reapertura al público de museos y bibliotecas, eso sí, con restricciones y estrictas medidas de seguridad. Así, el departamento de Cultura de la Generalitat anunció que está elaborando planes de desconfinamiento muy detallados para ir retornando a la actividad cada equipamiento público de forma progresiva y asimétrica por territorios. Esta situación de impasse se tradujo en que la gran mayoría de equipamientos culturales del Pirineo siguieron cerrados y a la espera de las instrucciones concretas de la Generalitat así como de los estudios sobre sus necesidades específicas en cuanto a medidas de seguridad tanto para trabajadores como para visitantes. El Museu Diocesà d’Urgell informó que la reapertura se coordinará con la de todo el conjunto de la catedral de La Seu d’Urgell. Por su parte, los directores del Ecomuseu d’Àneu, Jordi Abella; del Musèu dera Val d’Aran, Carla Del Valle, y del de la Conca Dellà, Àngel Galobart, coincidieron en ver “difícil” abrir puertas antes de junio. Por el contrario, el Museu de les Papallones, en Ribera de Cardós, ya está listo para reabrir, aunque “si no pueden venir turistas, de poco sirve la fase 1”, afirmó su responsable, Alfons Dolsa.
El sector de las bibliotecas públicas también sigue la misma tónica. Por ejemplo, la directora de la de Tremp, Laura Fuses, explicó que tienen que adaptar el espacio a las limitaciones requeridas por ambos gobiernos. Por su parte, el Centre del Romànic de la Vall de Boí también está preparando los protocolos de seguridad para las visitas (equipos de protección, aforos, horarios).