La agenda festiva, en el aire

La agenda festiva programada para este verano en las comarcas de Lleida se ha visto seriamente condicionada por la pandemia del coronavirus. Cabe destacar que la evolución favorable de la situación sanitaria deja entrever un rayo de esperanza para aquellos eventos que ocupan un lugar más lejano en el calendario, por lo que sus organizadores ya estudian cómo hacerlos de manera adecuada adaptando su formato, limitando el aforo o incluso retransmitiéndolos por streaming,

con el fin de que no supongan ningún riesgo para los asistentes. Asimismo, gran parte de los que estaban programados para los meses de junio y julio han sido suspendidos o aplazados debido a las exigencias sanitarias y a la falta de medidas específicas una vez llegada la llamada ‘nueva normalidad’, mientras que otros tendrán actos simbólicos en su lugar con el fin de no perder la tradición.

Fiestas populares como la Festa de l’Enramada de Guissona, el Aquelarre de Cervera, la Diada dels Raiers de la Noguera Pallaresa de La Pobla o el festival Esbaiola’t de Esterri d’Àneu han optado por celebrarse en la fecha prevista pero adaptando su formato. Para la Enramada, el ayuntamiento de Guissona mantendrá las alfombras de Corpus en la calle a nivel familiar, pero no se podrán compartir los materiales y será el mismo consistorio el que proveerá de césped, serrín y corteza a los participantes. En cuanto al Aquelarre, se instalarán gradas en ambos lados de la plaza para que el público local y comarcal pueda ver el espectáculo y, además, este se emitirá en streaming para el público en general. El Esbaiola’t, por su parte, adaptará la programación y los espacios, siendo todos los actos con aforo limitado y debiendo los asistentes comprar sus entradas de manera electrónica.

Otros han optado por celebrarse más adelante, con la esperanza de que la situación esté entonces más controlada. Es el caso del Circ Picat de Alpicat, que se ha trasladado de junio a septiembre y se centrará en compañías catalanas, adquiriendo un formato de feria de proximidad. También el Galacticat de Tàrrega, la Mostra de Cinema Fantàstic i de Terror de Ponent, que el año pasado tuvo lugar este mismo fin de semana, se celebrará finalmente del 21 al 25 de agosto, doblando los días (de tres a cinco) y habilitando más espacios de proyección.

Asimismo, hay muchos eventos sobre los que aún no se ha tomado ninguna decisión, como la tradicional Crema Deth Haro de Les y el Retaule de Sant Ermengol o el Ball Cerdà de La Seu d’Urgell. Respecto a estos dos últimos, el ayuntamiento de La Seu ha optado por esperar a los protocolos definitivos del Procicat, con el fin de valorar las condiciones en las que se podrían celebrar.

Finalmente, están los que, debido a la incertidumbre de la situación actual, ya han sido cancelados o, en su lugar, solo se celebrarán de manera simbólica. Es el caso de las fallas, uno de los eventos más concurridos cada verano en el Pirineo, que se han suspendido en casi todos los pueblos que siguen la tradición, aunque algunos como Vilaller o València d’Àneu preparan actos simbólicos y restringidos a los vecinos. Algo parecido estudian los organizadores de la Trobada d’Acordionistes del Pirineu, en el Alt Urgell, que barajan la posibilidad de hacer únicamente un concierto testimonial a finales de verano.

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Lleida

Muchos pueblos de las comarcas de Lleida ya están estudiando cómo celebrar sus fiestas este verano adaptándolas a la emergencia sanitaria, con el fin de que no supongan un riesgo para sus habitantes ni los visitantes. La mayoría de fiestas de la comarca, hasta 87, se concentran en agosto, en el marco de la celebración de la Mare de Déu. Así, muchos pueblos tienen claro que las de este año no serán unas fiestas convencionales. Es el caso de Rialp, en el Sobirà, donde su alcalde, Gerard Sabarcih, aseguró que “aunque aún no hay ninguna decisión definitiva, lo más seguro es que este año se reduzcan a algún baile de tarde y actividades para los más pequeños”. Cabe destacar que esta dinámica, que se repetirá en muchos otros sitios, afectará directamente a la industria que hay detrás de las fiestas mayores –músicos, promotores, técnicos, montadores de escenarios...–, que en estos momentos ve el futuro muy negativo, sobre todo porque aún no está bien definida la ‘nueva normalidad’ en cuanto a la música en vivo. En este sentido, la Associació Professional de Representants, Promotors i Mànagers de Catalunya calcula que se han suspendido ya más de 10.000 eventos, lo que supondrá unas pérdidas de 110 millones de euros para el sector de la música en vivo, por lo que instan a no suspender eventos así como a medidas urgentes por parte de las administraciones.