Adiós a una actriz de puro talento

Apenas dos días después de que el mundo cultural se vistiera de luto por la muerte del cantante Pau Donés a causa de un cáncer, ayer esta enfermedad también segó la vida de la popular actriz Rosa Maria Sardà, que falleció en su casa barcelonesa en el barrio de Horta a los 78 años. En las últimas semanas, el periodista Jordi Évole había entrevistado a la presentadora y humorista, donde habló del cáncer linfático que padecía desde hacía años. “No estoy en el mejor momento de mi vida porque a los 78 años no se está en el mejor momento de la vida”, explicó la actriz, que afirmó estar enferma, y no de una enfermedad que se dice por ahí, avisó. Añadió: “Yo tengo un cáncer pero no saben dónde lo tengo y se lo inventan. Es un cáncer que está controlado”, añadió. Sin embargo, comentó: “Yo no lucho contra nada. No se lucha contra un cáncer. El cáncer es invencible, no se lucha”. “Pero no se trata de un ‘match’ a ver quién gana. El cáncer siempre gana”, sentenció Sardà.

Hermana del presentador Xavier Sardà, Rosa Maria nació el 30 de julio de 1941 en Barcelona, y se casó con Josep Maria Mainat, uno de los miembros de La Trinca. Estos fueron ayer de los primeros en acudir al tanatorio de Sancho de Ávila de la capital catalana, por donde también desfilaron personajes y amigos como Boris Izaguirre, Manel Fuentes, Carlos Latre y Juan Carlos Ortega. Durante toda la jornada, el mundo de la cultura, la política y la comunicación despidieron en las redes sociales a la actriz, humorista y presentadora, un referente en el mundo de las artes escénicas, con una larga y exitosa actividad tanto en teatro como en cine y televisión. En su haber participó en más de 40 largometrajes, desde El vicari d’Olot, de Ventura Pons en 1980, hasta Ocho apellidos catalanes (2015) y La reina de España (2016), pasando por títulos como Airbag (1997), La niña de tus ojos (1998), Todo sobre mi madre (1999) o El embrujo de Shanghai (2002). Fue una actriz polifacética, de las pocas que consiguió una popularidad similar en teatro, cine y televisión, medio en el que se convirtió en una auténtica show-woman con Ahí te quiero ver (1984 a 1987), con entrevistas, música y humor junto al recordado Enric Pous en el papel de Honorato. De fuerte carácter, en 2017 devolvió la Creu de Sant Jordi otorgada en 1994 “porque me la dio un corrupto”, en alusión a Jordi Pujol.

Una vida de éxitos en teatro, cine y televisión Rosa Maria Sardà debutó en los escenarios en 1965 con la obra Cena de matrimonios, de Alfonso Paso, y se consagró en las tablas cuatro años después con su primer papel protagonista, el que le dio Ventura Pons en el montaje Knack. Interpretó clásicos como Esperando a Godot, de Samuel Beckett, y Madre Coraje y sus hijos, de Bertold Brecht. Trabajó con autores y directores como Terenci Moix, Josep Maria Benet i Jornet, Lluís Pasqual, Adolfo Marsillach, Josep Maria de Sagarra o Mario Gas. En los años 80 saltó al celuloide bajo la batuta de Fernando Trueba, Fernando Colomo, Ventura Pons o Pedro Almodóvar y también triunfó en televisión (Ahí te quiero ver). Su larga carrera cinematográfica fue reconocida con numerosos premios, entre ellos dos Goya (gala que presentó en tres ocasiones) por Sin vergüenza, de Joaquim Oristrell, y ¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo?, de Manuel Gómez Pereira, y la Medalla de Oro de la Academia del Cine. Su última visita a Lleida, en 2013 en la Llotja con la obra Dubte, junto a Ramon Madaula y Nora Navas.