Llega el Sant Jordi de verano, a pesar de todo

Alternativo, de emergencia o incluso de supervivencia. Son algunos de los adjetivos del sector del libro para justificar un atípico por extraordinario Sant Jordi en 23 de julio. Tres meses después de la cancelación de la diada oficial en pleno estado de alarma por el coronavirus, llega hoy este sucedáneo marcado por la incertidumbre de las librerías y la anulación de nuevo de la mayoría de paradas y firmas de libros en Catalunya. En Lleida, más preocupados porque entramos ya en la canícula veraniega, la fiesta del libro y la rosa se celebrará de forma desigual. En la capital del Segrià, el sector había pensado reunir paradas y escritores en el Pati de les Comèdies, pero la idea se fue al traste con el reconfinamiento comarcal y este Sant Jordi en mangas de camiseta se pasará puertas adentro: con librerías abiertas y el descuento del 10% oficial pero sin ningún tipo de actividad que no sea la propiamente comercial. Por su parte, Pagès Editors reunirá en su sede a diversos autores para firmar ejemplares, pero con cita previa. Por otro lado, capitales de comarca como Balaguer, Tàrrega, Cervera, La Seu d’Urgell o Solsona sí que paliarán de algún modo este Sant Jordi triste con paradas de libros en las calles y actividades de animación, eso sí, con todas las medidas de seguridad y distancia personal. El martes, la Cambra del Llibre y el Gremi de Floristes animaron a los ciudadanos, pese a la que está cayendo, a celebrar este “reencuentro de los lectores con los libros y librerías” en todos los municipios de Catalunya en función de la situación sanitaria que tengan. Pues eso.