ARTES ESCÉNICAS ACTRIZ
De Lleida a Hollywood
Tras estudiar arte dramático en Nueva York, la leridana Denise Borraz Trepat lleva dos años abriéndose camino en la meca del cine || La pandemia ha frenado ahora su aventura profesional
Desde muy niña quería ser actriz y a los 9 años ya hizo sus pinitos en escenarios de Lleida de la mano del grupo teatral TOAR, y a los 15 ya interpretó a la Doña Inés del Tenorio. Pero Denise Borraz Trepat tenía claro que la meca del cine y las artes escénicas está al otro lado del Atlántico. Su madre, Mercè Trepat, recuerda que “desde los 11 años no dejaba de buscar información para ir a estudiar arte dramático en Estados Unidos”. Nunca cejó en su empeño y, tras cursar Bachillerato en el instituto Gili i Gaya con matrícula, y después de diversas audiciones en academias norteamericanas, logró entrar con beca incluida en la Adelphi University de Nueva York. Así, a los 17 años dejó atrás su Lleida natal para emprender el sueño de su vida. A los 21 años se graduó en artes dramáticas, especializándose incluso en ‘géneros’ como la lucha con armas. “Siempre me ha encantado”, asegura la joven actriz. “Por supuesto, estas habilidades amplían mi registro; he podido usarlas en múltiples obras de teatro y recientemente en un corto. Me encantaría hacer películas de acción”, añade desde su nueva residencia desde hace dos años en Los Ángeles. “Tras graduarme, tomé la decisión de venir a L.A. de forma muy repentina”, reconoce. De hecho, era el camino lógico hacia la meca de Hollywood, la cuna de las estrellas. Pero abrirse camino en la industria del cine no resulta fácil. Durante su etapa en la costa este ganó premios de interpretación en obras teatrales y ahora ha participado en cortometrajes y otros proyectos, ‘luchando’ entre una “feroz competencia”. Incluso nunca imaginó que Hollywood podría paralizarse por culpa de una pandemia global. Por eso, “para mantenerme activa en estos tiempos he puesto en marcha un podcast en las redes (The Actor’s Vow) dirigido sobre todo a los actores, con vídeos en los que aconsejo desde cómo audicionar (aspectos más técnicos) hasta cómo mantenerse motivado (charlas más emocionales). También entrevisto a directores, actores... La idea es crear una comunidad donde todos podamos aprender, compartir nuestro arte y ayudarnos”.
EN PRIMERA PERSONA
¿Fue muy duro irse de Lleida a Nueva York a los 17 años?
Sí y no. Mi sueño era muy claro y la mezcla de ignorancia por lo que iba a venir y de emoción lo convirtió en una aventura apasionante. Estaba haciendo todo lo que siempre había querido: estudiar arte dramático en una gran escuela, vivir en Nueva York... Eso sí, cuando llegué mil cosas se complicaron. Me encontré sola en una cultura desconocida, viviendo en un idioma que casi no entendía y muy lejos de todo lo que yo había llamado hogar hasta entonces. Pero vivir mi sueño fue superior a todas las dificultades. Irme hace dos años a Los Ángeles fue más duro.
¿Cómo le va en Hollywodd?
Los Ángeles es un mundo a parte. La idea desde el principio ha sido hacer cine, television..., para más adelante poder volver otra vez al teatro y trabajar como lo llaman aquí “bi-costal” (en LA y NY a la vez). A pesar de todas las dificultades, estoy muy contenta con todo lo que he hecho. Tengo varios cortos en festivales, uno en post-producción y algún otro proyecto que está en espera por la pandemia.
¿Hollywood tiene el glamour que todos pensamos?
Glamour es la ultima palabra que se me ocurre al pensar en esta ciudad. Glamour es lo que te encuentras las noches puntuales en que se organiza un ‘circo’ para posar ante las cámaras. Los Ángeles es una ciudad fría –a pesar del calor tropical–, extremadamente superficial y sucia. Aquí es muy importante saber quién eres, qué quieres y saber decir ‘no’. La competencia es feroz y es importante, y difícil, encontrar a personas con las que poder contar y poder mantener el contacto ‘humano’.
¿Cuál es ahora su sueño profesional más inmediato?
Ahora mismo, poder volver a actuar y que se ponga en marcha de nuevo la industria y Broadway. A nivel mas personal, cualquier proyecto que me desafíe, que me aporte algo, que tenga significado, que desafíe también a la audiencia y me deje retratar a un personaje psicológicamente profundo y quizás no muy entendido por la sociedad. Pero, en momentos como ahora, creo que todo lo que los artistas queremos es trabajar como sea y donde sea, pero seguir creando.