Josep Cuní: «Se debe poder preguntar de todo y tener cultura crítica»

Tercera temporada de ‘Aquí, amb Josep Cuní’ en SER Catalunya. ¿Deduzco el programa seguirá con la línea actual?

Sí. Nuestra línea es muy clara: explicar por qué pasan las cosas, especialmente en unos tiempos donde domina la confusión y las incertidumbres. Debemos ofrecer aquellas dosis necesarias de información para ayudar a clarificar la situación. Y siempre desde una conciencia crítica.

¿El periodismo en situaciones como la actual es más necesario que nunca?

Sin duda. De la misma forma que la ciencia está trabajando en buscar vacunas para combatir la Covid-19, los medios no tenemos que caer en la rutina. Hay que asumir que las cosas pueden ser de otra forma. Se debe poder preguntar de todo. Hay que luchar por una cultura crítica. Esta es la primera obligación del periodismo. Hay que hacer preguntas críticas para encontrar respuestas porque se debe poder preguntar de todo, no podemos dejarlas en el tintero. Nos toca, más que nunca, hacer como hacen los niños cuando no paran de preguntar el por qué de las cosas.

He leído en otra entrevista que usted ha ido cada día al estudio y no ha hecho radio desde casa.

Sí, es cierto. Primero por una cuestión de proximidad porque la tengo muy cerca de casa. Hacer radio desde el estudio te permite tener una mirada de complicidad con el técnico o con los compañeros. La esencia de la radio también es visual. La suma de estas miradas ayudan a transmitir mejor el mensaje para los oyentes.

El equipo de su programa es muy joven. ¿Hay algún motivo en concreto?

Yo siempre he sido un provocador de debates internos entre los compañeros. Las reuniones que hacemos cuando acaba el programa son muy útiles porque surgen ideas y enfoques. Además, hay un equipo joven porque para mi edad es básico. Los jóvenes saben mejor que nadie donde están las nuevas tendencias y las nuevas circunstancias. Son ellos los que pueden explicar estas transformaciones.

Usted compite con otros dos grandes espacios matinales como son ‘El Món’ de RAC1 con Jordi Basté y ‘El matí de Catalunya Ràdio’ que ha incorporado a Laura Rosel y que sustituye a Mònica Terribas, en el cambio más destacado de los últimos años.

Jordi Basté es un showman radiofónico y tiene la capacidad de convertir cualquier anécdota en un espectáculo. En cuanto a Laura Rosel, le deseo toda la suerte del mundo. Se enfrenta a un reto muy importante, lo digo por experiencia. El matinal de Catalunya Ràdio es un trasatlántico y es muy complejo. Le aconsejo que no le tiemble el pulso. Y de Mònica Terribas solo puedo decir que es periodismo puro y una persona muy solvente. Su manera de trabajar no deja a nadie indiferente.

Usted fue uno de los impulsores de este tipo de programas en los años ochenta en Catalunya Ràdio y posteriormente en Ona Catalana o COM Ràdio. Es para sacar pecho.

Sí. La mañana es el ‘prime time’ de la radio, especialmente de las siete a las diez de la mañana. En Catalunya Ràdio rompimos los que se hacía hasta entonces en la que había una parte ‘fría’ de información, especialmente con lo que había pasado el día anterior, y después se pasaba al magazín. Nosotros introdujimos una fuerte carga de información política y las tertulias. Recuerdo que entonces Iñaki Gabilondo en la SER empezaba su programa a las nueve de la mañana. Y algo muy similar hicimos en la televisión en TV3 con ‘Els Matins’ y ahora lo hacen todas las cadenas. Es algo que tengo que recordar.

¿Volverá a la televisión?

Compaginar radio y televisión es difícil, especialmente si haces un programa diario por la radio. En los últimos años he hecho colaboraciones y espacios puntuales. Aunque tengo muchas ideas pero hay que encontrar el momento.

Parece que usted es incombustible. La gran mayoría de veteranos ya han decidido dejar la primera línea. ¿Qué le queda por hacer?

En mi carrera profesional he tenido una gran suerte y es que siempre me han venido a buscar. Cuando se acababa una etapa siempre me estaban esperando varias ofertas a la esquina por lo que no me he tenido que preocupar para buscar trabajo. Esto ha sido una bendición. Seguir trabajando es una la cultura de vida. Hay jóvenes que se piensan que los mayores estorbamos. Algunos tienen malas artes y les domina la ambición. La ambición es buena si se sabe canalizar bien y todo periodista debe tener.

Es decir, que tenemos Josep Cuní para unos cuantos años más.

Es una cuestión de mecanismos vitales. Sé que tengo un trabajo que te expone públicamente pero sé gestionarlo. Además, soy muy consciente de la edad que tengo porque hace muchos años que trabajo. ¿Cuánto me queda? No lo sé pero tengo claro que, en la medida de lo posible, quiero decidirlo yo. Es un puzzle en el que deben encajar las diferentes piezas.