NOVELA NOVEDAD
Pep Coll regresa a Malpui
Un pueblo de montaña desaparece de la noche al día en 1975 sepultado bajo el alud de unas rocas inmensas. Solo se salvan 7 jóvenes hereus que se habían ido a la discoteca. El pueblo es el viejo Malpui, el singular territorio literario creado hace más de treinta años por Pep Coll con un parecido casi fotográfico con su Pessonada natal, en el Pallars Jussà. Este Macondo tan particular que nació en 1988 en El secret de la moixernera y que también fue protagonista en El salvatge dels Pirineus (2005) es el escenario ahora de L’any que va caure la roca (Proa), la nueva novela del escritor pallarés. “Unos jóvenes que estaban enfrentados a sus padres ante la perspectiva de quedarse en el pueblo en sus pequeñas fincas, se ven tras la tragedia obligados a tomar una decisión: abandonarlo todo o tirar adelante todos juntos, creando una empresa cooperativa y cargados de nuevas ilusiones de cara al futuro”, explica el autor sobre una trama que no es casual que sitúe en 1975. De hecho, “la novela es una metáfora de la Transición vista desde la óptica del mundo rural, con un último capítulo en el que el escritor evoca qué ha quedado cuatro décadas después de aquellas ilusiones del sindicato Unió de Pagesos, de las tractoradas, de aquel ambiente de cambio en el que la agricultura ancestral estaba desapareciendo y se acentuaba la depoblación de los pueblos de montaña”, añade. “Fue un momento de la historia del país en que ‘cayeron’ muchas cosas, cayó una roca y se llevó muchas cosas por delante”, afirmó Pep Coll, que irónicamente recordó que “a Franco le enterraron en una gran peña”. El autor sentencia que “cada generación debería poder hacer su revolución y construir su propio pueblo”.
L’any que va caure la roca tenía que haber salido al mercado hacia el mes de mayo, pero “la pandemia trastocó todos los planes, los libreros aún tenían guardados los libros de Sant Jordi, por lo que decidimos aplazar la publicación hasta ahora”. Optimista ante el futuro más inmediato, Pep Coll reconoce que “la situación ha sido un batacazo para músicos y actores; al menos, la literatura la recibes de manera individual y puedes llegar al lector más fácil”.