ENTREVISTA LITERATURA
«Hablar de justicia española es casi un oxímoron»
La muerte de Guillem Agulló inspira una novela de no ficción “contra los silencios que quisieron imponernos” que, pese a la pandemia, ya va por la quinta edición
La periodista y escritora Núria Cadenes solo tenía 18 años cuando la acusaron de pertenencia a banda armada por un atentado frustrado de Terra Lliure. No había pruebas contra ella y, finalmente, en 1992 la Audiencia Nacional la absolvió de este cargo, aunque sería condenada a 6 años de cárcel, de los que pasó 4 recluida. En esa misma época, un chico casi de su edad al que no conocía, pero con el que compartia militancia en Maulets, fue asesinado por unos neonazis. Cadenes ha escrito, 27 años después, una novela documental sobre la muerte de Guillem Agulló.
En 1993 se coreaba 'Guillem Agulló, ni oblit ni perdó'. Casi treinta años después su libro y la película de Carlos Marquès-Marcet
le devuelven a la actualidad.
Es una sorpresa en positivo constatar que el trabajo de tantas personas durante tantos años de luchar para que no se olvidara este crimen haya servido para algo. Cada mural, cada canción, cada vez que le hemos explicado este caso a alguien que no lo conocía nos ha hecho llegar hasta aquí. Y es muy emocionante constatar que podemos tener tanta fuerza. Quisieron imponernos el silencio pero no lo han conseguido. Querían hacernos creer que fue una pelea en un bar. Y no es verdad. Una pelea de bar fue lo de Altsasu. Es el mundo al revés.
La novela está entre las más vendidas. ¿En Valencia también ha tenido una buena acogida?
La muerte de Guillem fue un golpe muy duro para toda una generación y creo en buena parte que el cambio político y social que estamos viviendo en Valencia se debe a que el crimen hizo que miles de guillems fueran conscientes de que había que luchar contra la impunidad de la ultraderecha. ¡Es que ni siquiera fueron detenidos! Se entregaron coordinadamente a los tres días. Hablar de justicia española es casi un oxímoron, yo lo he vivido en primera persona y treinta años después, Tamara Carrasco ha pasado por lo mismo. Es insoportable.