Las pilas de Àrreu, a salvo

El ayuntamiento de Alt Àneu, en el Pallars Sobirà, trasladó el pasado lunes dos pilas de piedra de época románica desde la iglesia en ruinas de Sant Serni (originaria del siglo XI), en el pueblo de Àrreu –abandonado desde los años 80–, hasta la iglesia del pueblo vecino de Borén para salvarlas del deterioro, de ataques vandálicos o del expolio. El traslado contó con el apoyo de la Generalitat y el visto bueno del obispado de Urgell, titular del templo de Àrreu, siguiendo así el mismo camino que emprendió hace unos años una talla románica que se trasladó por los mismos motivos. Estas pilas de piedra grabada, una bautismal y otra para los santos óleos, están identificadas como obra del taller del denominado Escultor de les Valls d’Àneu, con piezas del mismo estilo en las iglesias de Sorpe, Son y Alòs d’Isil. La voluntad de todas las partes era trasladar las pilas de Àrreu para protegerlas pero sin abandonar el municipio. Por esta razón se han llevado a la iglesia más próxima, la de Borén. Esta actuación forma parte de un proyecto más amplio del ayuntamiento aneuenc. Primero se habilitó una pista de tierra hasta el pueblo, accesible solo con todo-terreno. Por ello, con la actual posibilidad de acceso rodado, se ha priorizado salvar estas dos piezas de alto valor patrimonial. El alcalde, Xavier Llena, explicó que el siguiente paso será mejorar la pista para que sea transitable para todo tipo de vehículos. De forma paralela, se piensa en la restauración de la iglesia para evitar su progresivo deterio. Clara Arbués, delegada de Patrimonio del obispado, avanzó que se llevará a cabo una intervención de urgencia para eliminar las humedades del edificio –que presenta un gran agujero en la cubierta y con paredes medio derrumbadas– y apuntalarlo para que no acabe cayendo del todo.