Vallverdú por partida doble

Tres semanas después de recibir el título de Hijo Predilecto de Lleida, Josep Vallverdú sigue exhibiendo una plena actividad literaria con la publicación de Pa de forment (Pagès Editors), su quinto poemario en la última década. El libro coincide también esta semana con el premio de ensayo al que da nombre el escritor y que el viernes llegará a su edición número 37. La gala literaria, en la que también se fallará la 25 edición del Màrius Torres de poesía, se desarrollará por primera vez sin público –desde 2004, que se celebra en el Auditori Enric Granados– por culpa de las restricciones y el cierre cultural. Eso sí, el concejal de Cultura, Jaume Rutllant, confirmó ayer que la fiesta de las letras podrá seguirse en directo a través de una retransmisión en streaming por los canales de la Paeria y la Diputación. “Ya lo buscaré por internet”, comentó entusiasta Vallverdú, que el año pasado ya se perdió también la gala por culpa de una neumonía. “Lo importante es que los premios se celebrarán”, afirmó, contento por la participación, 21 originales, igual como en 2019. “Los certámenes de novela o de poesía siempre reciben muchos originales a concurso. Pienso que resulta muy atractivo que este premio de ensayo cuente también con esta alta participación”, añadió Vallverdú.

“Cinco poemarios ya son una producción importante”

En 2009, ‘debutó’ en poesía con De signe cranc. Le siguieron Argila (2014), Ronda de boires (2016), A ull nu (2018) y ahora acaba de publicar Pa de forment. “No se lo esperaba nadie, ni yo mismo”, confesó Vallverdú sobre esta vocación poética. En el prólogo de este nuevo poemario, Àlex Susanna asegura que “la eclosión del escritor leridano como poeta es uno de los fenómenos más interesantes e inesperados producidos en la literatura catalana en los últimos diez años”. Vallverdú consideró que “cinco poemarios ya son una producción importante”. “Parece que vamos mejorando”, añadió siempre con su fina ironía. En Pa de forment reúne poemas dedicados al pan y al trigo (también a productos típicos de Ponent como orelletes, coques o panadons), y también al amor, a su hijo, a la memoria y al país, “fruto de la experiencia y la larga vida vivida”.