La colección del Morera crece

Los pasados ??meses de octubre y noviembre supusieron para las colecciones del Museu d’Art Jaume Morera de Lleida un importante número de ingresos de obra, en concepto de depósito. Esto significa que los propietarios depositan en el museo una serie de piezas para que la institución tenga cuidado, las documente y difunda. El depósito más grande fue el de la familia Abad Roses. Antoni Abad Roses y Maria Lluïsa Abad Roses depositaron 58 esculturas de bronce y piedra de su padre, el escultor leridano Antoni Abad Gil. Una parte de este conjunto de obras está pendiente de ser adquirida por parte del museo. Este generoso depósito de obras supone que, por primera vez, el trabajo de este artista esté representado en las colecciones del Morera. Era un vacío importante considerando que Antoni Abad Gil (1921-1987) fue un escultor establecido en Lleida en 1943, con una amplia trayectoria en el trabajo del mármol y la piedra, muy activo y vinculado al tejido artístico y social de Lleida desde finales de la década de los años 40 hasta la década de los 70. Padre del también artista Antoni Abad, el año de su muerte, en 1987, la Fundació La Caixa le dedicó una importante exposición retrospectiva.

Otro depósito importante fue el de la Generalitat vinculado a las compras que la conselleria de Cultura ha efectuado para incrementar la Col·lecció Nacional d’Art Contemporani, que este año ha contado con un presupuesto extraordinario que ha permitido que 7 piezas relevantes de la escena artística contemporánea catalana entren también a formar parte de las colecciones del Morera. A petición de la dirección del museo, el departamento de Cultura ha depositado creaciones de los artistas Mar Arza (Peligro de vida, 2016), una obra que actualiza la poesía experimental con una lectura contemporánea; Pol Merchàn (Pirate Boys, 2018) y Martín Llavaneras (Touchpad, 2016), artistas leridanos que participaron en la Biennal d’Art Leandre Cristòfol; así como David Bestué (Caballete y tablero de tierra de los Monegros con lecho de río Ebro en su base, fósil cóncavo, dos balas de oliva y sargento de pantano, castillo y monte sujetando un tapete circular de humo, 2017) y Pere Llobera (Quitamiedos Rococó, 2018), también presentes en la Biennal. Finalmente, dos obras de la dación del desaparecido artista Chema Alvargonzález (Transformación, 1994 y Alma viajera, 2004). En total, siete trabajos que van desde la pintura a la instalación, pasando por la escultura y el audiovisual.

La donación de 58 obras de Antoni Abad Gil permite que este artista esté por fin representado en el museo

Por otra parte, en el marco del Pla Nacional de Fotografia 2020, entraron en depósito 42 fotografías adquiridas por la Generalidad que pertenecen a los fotógrafos leridanos Toni Prim y Santi Iglesias y la barcelonesa con raíces en la Alta Ribagorça Espe Pons. Se trata de 25 imágenes en blanco y negro de Toni Prim, representativas de su trayectoria entre 1974 y 1999; otras 6 de Santi Iglesias, del proyecto Perifèria Oest, dedicado a documentar el territorio fronterizo de la Catalunya rural de Ponent; y 11 de Espe Pons, del proyecto Sota la llum del mar, un trabajo vinculado a la memoria histórica de la Guerra Civil.