La Seu Vella acaba 2020 con buena cara

Mientras que las artes escénicas, las fiestas populares, la música en directo, el cine y los libros sufrieron como nunca un 2020 marcado para la historia por el coronavirus, el año que se cerró el pasado jueves se recordará de forma más positiva en la Seu Vella de Lleida. A pesar de que la pandemia provocó desde marzo una caída de visitantes impensable en el principal monumento de la ciudad –en torno al 90% respecto a 2019–, las diversas obras previstas de restauración no sufrieron apenas los efectos catastróficos de la Covid y finalizaron incluso con adelanto. Así, el pasado 16 de diciembre acabaron los trabajos en la Porta dels Apòstols y en el templete y los pisos de las campanas de la torre, a cargo de la empresa valenciana Cyrespa. Unas semanas antes, a finales de noviembre, ya comenzaron a retirarse los andamios que habían cubrido esta zona del monumento desde noviembre de 2019. Desde entonces, los visitantes ya cuentan con un nuevo atractivo: los elementos escultóricos de la portalada gótico, con restos significativos recuperados de policromía original, de colores rojos y azules.

En cuanto a la primera fase de las obras en las cubiertas del claustro, que la firma Barcelona Eurocatalana comenzó a finales de 2019, se encuentra también en su recta final y culminará en cuestión de semanas, también antes de plazo. Esta actuación mejorará la protección e impermeabilización de las cubiertas, garantizando la correcta evacuación de las aguas pluviales y el buen drenaje tanto de la cubierta como del patio.

Cabe recordar que la inversión de la Generalitat ascendió a 1,6 millones de euros. Este 2021 se espera que el Estado cumpla su ‘compromiso’ de afrontar la segunda fase de esta actuación en el monumento.