Maria Barbal: «A veces hay que romper algunos vínculos para vivir con más alegría»

Tàndem, la novela con la que Maria Barbal ganó el 6 de enero el 53 Premi Josep Pla de narrativa catalana, ha llegado esta semana a las librerías editada por Destino, que tiene previsto publicarla también en castellano el 17 de febrero. La escritora de Tremp regresa así al escaparate de las novedades literarias dos años después de A l’amic escocès, ahora con una historia alejada del Pallars y ambientada en Barcelona, en la que un hombre y una mujer intentan desvincularse de todo aquello que les tiene atrapados para tratar de conseguir una felicidad más profunda y duradera.

En 2005 ganó el premio Prudenci Bertrana con País íntim. ¿Qué le impulsó a volver a presentarse a otro premio tantos años después?

Nunca lo he calculado, cuando la escribía ni pensaba que iba a presentarme, porque siempre resulta como una ‘exposición’ que me da mucha pereza. Pero claro, ganar un premio ayuda mucho al libro y los medios de comunicación se interesan más. En este caso, era más fácil mantener el anonimato con una historia que no dejaba ‘rastro’, a diferencia de la anterior novela, A l’amic escocès, que habría sido más fácil descubrir a su autora al estar más presente el Pallars.

Comenta que Tàndem es una historia de felicidad. Ahora es más necesaria que nunca.

¡Ya lo creo! Aquí se trata de la felicidad particular, aquella que somos capaces de darnos a nosotros mismos. Los dos protagonistas, Armand y Elena, son dos personas que habían perdido las ganas de ser felices, de disfrutar del día a día, de las cosas buenas de la vida. Tienen sus propias historias y sus diferentes actitudes frente a la vida, pero cuando se conocen se encuentran bien y comienzan a plantearse cosas nuevas juntos. Tàndem es una mirada del uno al otro, pero también de cada uno hacia su propio interior. Este diálogo y esta reflexión les hará alcanzar otra manera de vivir con más alegría y satisfacciones.

¿Se trata de huir de la rutina?

En cierta manera es un carpe diem, pero no de una forma irreflexiva sino profundizando en las posibilidades de cada uno de romper con las convenciones establecidas. Es muy difícil romper con algunos vínculos muy fuertes que hemos construido a lo largo de la vida pero a veces es necesario romper con algunos para vivir con más alegría.

¿Tàndem se ha gestado en época de pandemia?

No, no, la tenía escrita hace un tiempo. Escribir sobre la pandemia puede ser ahora un grandísimo tema, pero a mí no me tienta en absoluto, necesito pensar en otras cosas. Tàndem nació entre mis dos anteriores novelas más largas: En la pell de l’altre, de 2014, y A l’amic escocès, de 2019, que requirieron más documentación y tiempo. Esta historia me surgió de una forma más espontánea, más natural, observando a la gente de mi entorno. Una tiene que atender a lo que tiene ganas de hacer en cada momento, aunque esté involucrada en otro proyecto. Es lo mejor porque si dejas pasar la idea es posible que más adelante no puedas retomarla. Es mi forma de trabajar: redactar, repasar, elegir, dejar en reposo... Cuando escribes una novela larga, también es bueno una pausa para no acabar estrellándote.

Cuando recogió el premio, dedicó la novela a la familia, amigos y a la gente de Tremp.

Ha sido terrible todo lo que ha pasado en Tremp. Ya es terrible lo que estamos viviendo con la pandemia, pero cuando ocurre en el pueblo en el que nací y con las dimensiones de lo que sucedió, me quedé estremecida. Mucha gente lo ha pasado muy mal en Tremp y tantas muertes tocan a toda la sociedad. He dedicado la novela de todo corazón a las personas de Tremp.

La pandemia ha transformado los actos culturales ‘comunitarios’: fiestas, teatro, conciertos, cine.

No me gustaría que nos aisláramos en casa y nos relacionáramos solo telemáticamente, cambiaría nuestra psicología individual. Aspiro a volver a la situación anterior a la pandemia. El teatro, los conciertos, las fiestas populares... son insustituibles. ¡Y me haría mucha ilusión celebrar este año la diada de Sant Jordi!