ARTE NOVEDAD
La Ruta del Císter estrena esculturas de 'estilitas'
El paseo Montesquiu de Vallbona de les Monges luce una de las esculturas que forman parte de El bosque de los estilitas en la ruta del Císter, del artista castellonense Mateo Vilagrasa, fallecido en 2018 a los 74 años y que estaba afincado desde 2009 en La Cardosa, núcleo de Cervera. Se trata de un proyecto de esculturas ubicadas en la ruta a pie o en bicicleta que une los tres monasterios del Císter: Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges.
Vilagrasa ideó un conjunto de esculturas en homenaje a los anacoretas más ‘radicales’, los estilitas, monjes cristianos solitarios que vivían en Oriente Medio a partir del siglo V y que, en una vida completamente dedicada a la contemplación, oración y penitencia, se colocaban sobre una plataforma situada encima de una columna, permaneciento allí durante años e incluso hasta su muerte. Las esculturas de Vilagrasa, construidas en hormigón, tienen una altura de casi cuatro metros, entre la columna y la figura humana.
La obra tiene la intención de reproducir el trayecto o, más bien, el caminar del solitario hacia el convento, evocando de algún modo la propia historia de los monasterios..
El origen del proyecto se remonta a 1996, y abordaba el tema de la soledad y el autismo. De ahí que su título entonces fuera Bosque de autistas.
En 2002, se concretó en un proyecto urbano de escultura pública para la ciudad de Múnich, pero finalmente no se llevó a cabo. Fue en 2005, cuando el artista decidió transformar aquel proyecto urbano en uno rural en plena ruta del Císter, ‘convirtiendo’ también las figuras de los autistas en estilitas.
El bosque de los estilitas nació así de la convicción de su autor de que el arte no es patrimonio exclusivo de las ciudades. Lamentablemente, el proyecto quedó truncado después de que Vilagrasa sufriera una caída accidental en 2006 que le dejó tetrapléjico.
Murió en noviembre de 2018 sin verlo realizado, por lo que es la fundación que lleva su nombre la que ha asumido el reto de cumplir su deseo, con el apoyo de la consellería de Cultura de la Generalitat. De hecho, se podría interpretar como el legado del artista al paraje donde vivió y trabajó los últimos años de su vida activa.
El ayuntamiento de Vallbona valoró positivamente poder participar en esta exposición artística al aire libre..