La moneda 'Sikarra' celebra 10 años de símbolo de la comarca

La semana pasada se cumplieron diez años del ‘regreso’ a la Segarra de la moneda Sikarra, la referencia más antigua hallada hasta ahora del nombre original de la comarca. Desde entonces, la moneda y su inscripción se han convertido en un elemento identificador de la comarca histórica de la Segarra.

Fue el 17 de marzo de 2011 cuando la Fundació Jordi Cases i Llebot y el Fòrum l’Espitllera –actualmente fusionados como Espitllera Fòrum d’Estudis Segarrencs (EFES)– adquirieron en una subasta en Barcelona una moneda de época ibérica con una antigüedad de entre 2.200 y 2.300 años, con la inscripción Sikarra/Sigarra. Desde entonces la moneda ha hecho su camino.

Ha sido un referente identificador de la Segarra y de los territorios de su comarca histórica. Así, da nombre a la Xarxa Sikarra, que reúne a entidades de toda la Segarra histórica; da forma cada año al Premi Sikarra, destinado a premiar a personas o entidades con trayectoria en el estudio, proyección, divulgación de la comarca; e incluso pone nombre y emblema a la asociación de Motoristas de Cervera.

La moneda es un minúsculo ejemplar de tetartemorion, un divisor de un dragma griego, lo que prueba los estrechos vínculos comerciales y culturales entre el mundo griego y el mundo ibérico antes de la romanización. Según el historiador de EFES y de la Fundació Jordi Cases, Jordi Oliva, la moneda “se convierte en la referencia documental más antigua que tenemos del actual nombre de Segarra y uno de los primeros documentos escritos conocidos de un topónimo catalán”; en definitiva, uno de los primeros elementos materiales de la lengua, por tanto, con un enorme valor simbólico por su gran carga identitaria.

Pero, tal vez, tanto o más importante que la adquisición de esta pieza arqueológica en una subasta fue que se consiguió retirarla del mercado del coleccionismo privado y reintegrarla al patrimonio público. Las dos entidades culturales la compraron en subasta a partes iguales por un total de 2.950 euros.

Dos años después, el 17 de mayo de 2013, la cedieron en depósito al Museu Comarcal de Cervera, donde desde entonces se conserva y constituye uno de los atractivos de la pinacoteca..