El Museu de Lleida mira al futuro

Apenas quince días después del adiós al centenar de obras de arte del Museu de Lleida que emprendieron el camino de Barbastro, los patronos de la pinacoteca leridana –con la consellera de Cultura en funciones, Àngels Ponsa, al frente– escenificaron ayer el “compromiso” con el futuro del museo. Sin dejar de mirar atrás, reafirmaron la decisión de “seguir batallando jurídicamente” en los litigios por el arte, pero lanzaron un ‘plan estratégico de impulso’ para el Museu de Lleida hasta el 2025, centrado sobre todo en la incorporación de nuevas piezas, tanto por compra como por depósitos procedentes de otros equipamientos.

Así, el primer ‘cargamento’ llegará desde el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Su director, Pepe Serra, lo dejó bien claro: “Si la colección es nacional, puede exhibirse en cualquier punto del país”.

Por ello, anunció el depósito en Lleida de siete obras de los siglos XIII al XV, “de gran valor histórico y artístico y que han estado expuestas en la permanente del MNAC”. Siete piezas románicas y góticas que seguirán explicando la historia y el arte de Lleida y la Franja.

De hecho, seis de ellas son originarias de parroquias oscenses: un frontal de altar del siglo XIII de Areny de Noguera (que ya se encuentra en el Museu y que ayer se exhibió en la rueda de prensa); otros dos frontales del siglo XIII de Estet, en el municipio ribagorzano de Montanui; un calvario obra de Jaume Ferrer y una tabla del retablo mayor de Peralta de la Sal, de Pere Garcia de Benavarri, ambos del siglo XV; y un tríptico obra de Miguel Ximénez de finales del XV, originario del monasterio de Sigena. La séptima es una escultura de Sant Nicolau del siglo XV de Bellpuig.

La propia consellera afirmó con rotundidad que estas piezas “no son susceptibles de ser reclamadas”. Ponsa también aseguró que esta elección de nuevas obras con sello aragonés para el Museu “no se ha hecho en contra de nadie ni en respuesta a ningún litigio; nosotros siempre estamos a favor del arte y de la cultura y queremos explicar de esta manera la historia y el arte de Lleida y de la Franja, y este es el único museo del mundo que puede hacerlo”.

Las seis piezas que faltan por llegar del MNAC, así como una selección de 13 cerámicas de los siglos XIV y XV que depositará en Lleida el Museu del Disseny de Barcelona; además de una tela del siglo XVII adquirida recientemente y un Sant Antoni Abat del XIV comprado por el departamento de Cultura se presentarán de forma oficial a finales de abril con el estreno de la remodelación de un sector de las salas de exposición, que está en obras desde el pasado mes de febrero y donde se exhibían algunas de las piezas más importante ‘emigradas’ a Sigena y a Barbastro.

Un recurso de nulidad ante el Supremo, próximo paso en el caso Sigena antes de acudir al TC y a Europa

La directora general de Patrimonio Cultural, Elsa Ibar, confirmó que “en los próximos días presentaremos ante el Supremo un recurso de nulidad por la resolución de Sigena, como paso previo para acudir al Constitucional o más adelante a tribunales europeos”. Por su parte, Pepe Serra insistió en que “ninguno de los mejores expertos en arte del mundo avala el traslado a Sigena de las pinturas murales del MNAC, son muchos metros cuadrados de capa milimétrica de pintura calcinada, que se salvaron gracias a la Generalitat”.

Por otro lado, tanto el alcalde, Miquel Pueyo, como el presidente de la Diputación, Joan Talarn, se sumaron al apoyo incondicional al Museu. Pueyo también recordó que la Paeria estudia aportar piezas del Arxiu Arqueològic Municipal de Lleida, una colección que abarca desde la época romana a la moderna. Talarn redobló el compromiso de la Diputación para “comprar en el circuito de arte privado obras de origen leridano para ponerlas a disposición y disfrute del público”.