LITERATURA NOVEDADES
“La novela es un homenaje a Arbeca, pero sin ser paternalista”
Marc Artigau atrapa al lector con la desaparición voluntaria de una adolescente durante la fiesta mayor de Arveda, un pueblo imaginario que está inspirado de Arbeca. Así arranca Jo era el món, la segunda novela en solitario de este dramaturgo, guionista radiofónico y escritor, que tambíen publica a cuatro manos con Jordi Basté.
“Es el pueblo de mi madre, el de los veranos de mi infancia y la novela es un homenaje a Arbeca”. Pero, a la vez, retrataba su lado más oscuro “y por eso le cambié el nombre, porque aunque el libro sea un acto de amor, no quería ponerme paternalista”.
No ha hecho falta. La novela ha sido bien recibida.
“Los lectores han entendido que aunque los nombres de las calles o la leyenda del pozo sean reales, es literatura”. Y en esta ocasión, ambientada en buena parte en Les Garrigues y el Pla d’Urgell.
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Artigau sitúa la novela a principios del siglo XXI. “Por un lado, porque coincide con mi propia adolescencia, pero también porque necesitaba un mundo sin redes sociales”.
El libro está narrado desde tres puntos de vista, el de Ariadna, la chica que se fuga y que cree que puede comerse el mundo, “pero a la vez, llena de inseguridades”; Genís, su padre, que la buscará toda la vida; y Ester, la amiga, que 18 años después, cuando ya es adulta, recibe un mensaje de Ariadna vía Instagram que sacudirá su mundo. “Me interesaba mostrar nuestra vulnerabilidad.
Cómo nos puede cambiar la vida en un instante”, añade. En paralelo a su actividad literaria, Marc Artigau prepara un musical con Els Amics de les Arts.