CULTURA PATRIMONIO
Indíbil y Mandoni suben de tono
La pareja más famosa de Lleida, Indíbil y Mandoni, han superado la primera fase del complejo proceso que se lleva a cabo en el Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat, en Valldoreix. “La limpieza ha finalizado”, asegura la directora del centro, Àngels Solé.
Pero aún queda mucho trabajo por hacer. El restaurador leridano Ramon Solé, que lidera el proyecto de recuperación, explica que están pendientes de una análitica para recuperar la pátina original que protegía la escultura, mucho más oscura que la que se utilizó en la restauración de 1996.
También queda pendiente de reproducir la falcata enfundada y la lanza que desapareció del conjunto escultórico. Además, la peana de Indíbil y Mandoni también está muy degradada por la contaminación, al estar en una zona de mucho tráfico.
“Lo ideal sería restaurar el pedestal antes del regreso de la escultura”, previsto para mayo, aunque “es muy justo”, reconoce Solé..
La pieza original, creada por el escultor Medardo Sanmartí en 1882, representaba a los celtas Istolacio e Indortes y se hizo en yeso. Tras pasar por Madrid sin éxito se guardó en el museo Víctor Balaguer de Vilanova i la Geltrú.
En 1945 el alcalde Víctor Hellín encargó fundir con su molde una escultura en bronce dedicada a Indíbil i Mandoni. En 1964 se instaló en los Camps Elisis y poco después se trasladó a su emplazamiento actual. En un tiempo récord se convirtió en todo un símbolo de la ciudad, solo comparable a la Seu Vella.