¿Qué hacer con un libro viejo?
La fibra de celulosa puede llegar a reciclarse diez veces
¿Qué hacer con un libro viejo? El director de la Asociación Española de Recicladores y Recuperadores de Papel y Cartón (Repacar), Manuel Domínguez, explica a la agencia Efe que los libros tienen que agotar su uso entre los lectores y, cuando ya no se puedan aprovechar, arrojarlos al contenedor azul, "donde volverán a renacer y aún le quedarán diez vidas más". Asimismo, la portavoz de la organización dedicada al reciclaje de envases Ecoembres, Cristina Muñiz, destaca en una entrevista con Efe que "con cada ocho cajas de cereales que se tiran al contenedor azul y se reciclan, se puede hacer un libro".
Con motivo de la celebración del Día del Libro, Repacar y Ecoembes inciden en que "no podemos olvidarnos del impacto ambiental que tanta generación de papel supone para el medio ambiente" y recuerdan, a su vez, la importancia que tiene tanto para el entorno como para el uso adecuado de los recursos el correcto reciclaje del papel y cartón. En declaraciones a Efe, Manuel Domínguez explica que "por cada tonelada de papel y cartón que reciclamos, estamos evitando que se emitan a la atmósfera, casi una tonelada de CO2". De este modo, en 2020 la industria española de la recuperación y el reciclado de papel y cartón ha evitado la emisión de cerca de 5 millones de toneladas de CO2. "España está a la cabeza de Europa en reciclado de papel y cartón, solo por detrás de Alemania", afirma Domínguez. Los libros, como objetos elaborados casi al 100 % con estos materiales y que se encuentran tan presentes en nuestro día a día, deben ser o bien reutilizados (regalados, donados, etc.) o depositados en su contenedor correspondiente (el azul) para su posterior reciclado, contribuyendo a la economía circular.
Una fibra de celulosa, que es de lo que está compuesto el papel y el cartón, puede llegar a reciclarse diez veces, en diez productos de papel y cartón completamente diferentes. "Evidentemente, hay una parte que no se puede reciclar, como por ejemplo, los papeles higiénicos". Por ello, Domínguez advierte que, para que el papel y el cartón tenga un buen "comportamiento medioambiental", es imprescindible separar muy bien los residuos antes de depositarlos, "así nos aseguramos que todo lo que echamos al contenedor azul, va a ser reciclado y convertido en otro material". Ya que "si el papel contiene aceite o materia orgánica, no solo el material manchado sino todo lo que esté a su alrededor, nos imposibilita tener un reciclado de calidad", para transformar esos residuos y producir "nuevos productos papeleros sin tener que acudir al medio ambiente, a explotar los recursos naturales", recalca el director de Repacar.
Cristina Muñiz, por su parte, remarca que, en 2019, en Cataluña se echaron en el contenedor azul "más de 26 kilos de papel y cartón. Una cantidad que está muy por encima de la media estatal, de 19 kilos". No obstante, para aplicar la sostenibilidad al Día del Libro, no hay que olvidar una de las tradiciones más típicas de esta fecha tan especial, la de intercambiar con los seres queridos libros a modo de regalos. Y así lo promueven Domínguez y Muñiz, quienes recomiendan que, antes de reciclar un libro en el contenedor azul, hay que "intentar reutilizar al máximo, ya que estos tienen un trabajo detrás, una historia, siempre hay algo que aprender de un libro y es posible que le pueda servir a otra persona", manifiesta Muñiz.
Regalar, donar, ceder... y, "una vez que ya lo hemos reutilizado, antes de deshacernos de él, démosle una oportunidad a ese libro, de contar otra historia en el futuro", afirma Domínguez, y concluye con que, "ese papel tiene muchas historias más que contar si lo depositamos en el contenedor azul, al que debe de ir todo el papel, pero solo papel".