Una inyección de vida

Después de la triste 'diada' del año pasado, con confinamiento, librerías cerradas y calles vacías, Sant Jordi volvió ayer a la calle y el público lo celebró con ganas. Escritores y lectores se dieron cita de nuevo, en las grandes ciudades en espacios perimetrados y controlados. Libreros y floristas superaron incluso las previsiones de ventas.

La recuperación de la diada de Sant Jordi en la calle fue una auténtica inyección de vida para la salud emocional. Después del Sant Jordi ‘telemático’ del año pasado, poder salir de nuevo al aire libre, con paradas de libros y rosas, aunque fuera en espacios perimetrados y con control y limitación de acceso, fue como entrever un halo de luz al final del negro túnel en el que nos ha sumergido la pandemia.

El propio alcalde de Lleida reconocía ayer en el acto oficial de las instituciones (ver página 5) que “volver a cumplir con la tradición del libro y la rosa en una jornada festiva es una magnífica excusa para levantar el ánimo a la gente”. Y precisamente esto, el buen ánimo, se transmitía en la mirada (sin sonrisas, ocultas por la mascarilla) de los centenares de personas que se acercaron hasta la avenida Francesc Macià de Lleida, ‘ocupada’ durante todo el día por las paradas de librerías, editoriales y floristerías.

La imagen se repitió también en otras ciudades con espacios acotados para esta diada de transición hacia la normalidad: en la calle y plaza del Carme de Tàrrega, la plaza Mercadal de Balaguer, el Passeig Joan Brudieu de La Seu d’Urgell o la calle Guinedilda de Cervera..

Por otro lado, Barcelona vivió por primera vez una diada descentralizada con hasta 180 paradas en diversos espacios distribuidos por toda la ciudad. Xavier Bosch, con La dona de la seva vida (Columna), fue el autor que vendió más libros en catalán, mientras que en castellano el ránking fue encabezado por María Dueñas, con Sira (Planeta), según el Gremi de Llibreters y la Cambra del Llibre (más información en página 8).

En Lleida, el presidente del Gremi de Llibreters, Jordi Caselles, destacó entre los autores leridanos el éxito de ventas de María Barbal con Tàndem (Destino), Antonieta Jarne con Carrer Galera, 5 (Pagès Editors) y Ramona Solé con Bisturí (Llibres del Delicte).

Libreros y editores se mostraron sumamente satisfechos de una jornada en la que, según informó el Gremi, se vendieron un millón de ejemplares, un 75% de la facturación de la diada de 2019, antes de la pandemia, quince puntos más de las previsiones más optimistas.