Òmnium corona a Maria Barbal con el Premi d'Honor de les Lletres en Tremp

La escritora de Tremp Maria Barbal recibió ayer en su localidad natal el 53 Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, en un acto descentralizado organizado por Òmnium Cultural y que contó con la presencia del President Aragonès. La autora de 'Pedra de tartera' alertó en su discurso de la actual “situación crítica” de la lengua catalana.

Festa Major literaria ayer en Tremp. Òmnium Cultural coronó a Maria Barbal con el 53 Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, por primera vez en un acto descentralizado, lejos de Barcelona.

Fue la propia escritora de Tremp quien propuso recibir el galardón en su localidad natal. Así, el espacio cultural La Lira se llenó –con el aforo limitado por la pandemia– para recibir con un largo aplauso de más de un minuto a la autora pallaresa.

A la entrada, como una estrella de cine, no paró de posar ante las cámarcas y retratarse con selfies junto a numerosos amigos y amigas (algunas desde la más tierna infancia), que no querían dejar de felicitarla. No los olvidó en su discurso, ni a su familia –su esposo Miquel y sus hijos Jordi y Eulàlia– ni tampoco a los personajes que ha tejido en su larga trayectoria literaria, desde la inolvidable Conxa de Pedra de tartera.

De hecho, la novela que la dio a conocer en 1985 impregnó el montaje teatral con el que dio inicio una gala estrictamente literaria, a pesar de la nutrida representación política en la platea, encabezada por el President Pere Aragonès (ver desglose). El escritor de La Seu Albert Villaró glosó la figura literaria de Barbal recordando cómo “Maria, con 14 años, dejó Tremp y el Pallars para ir a estudiar a Barcelona” y cómo la autora “ha acabado dando a conocer su mundo –que también es el nuestro– por todas partes, para disgusto de aquellos exquisitos que tanto arrugaron la nariz en sus inicios enarbolando el adjetivo de rural”.

Maria Barbal reivindicó en su discurso la salud de la lengua catalana, hoy en una “situación crítica”

La homenajeada también puso una nota reivindicativa recordando “el estrangulamiento durante años que sufrió la literatura catalana; a pesar de todo, el catalán ha sobrevivido al exilio, a la represión y a las dificultades, pero ahora, por razones variadas, vuelve a estar en una situación que los entendidos denuncian como crítica”.

“No puedo compararme a los sanitarios, que salvan la vida a otros”

Con suma modestia, Maria Barbal recordó que “los maestros y los sanitarios son dos puntales de la sociedad; por más bien que escriba, nunca podré compararme a los sanitarios, que salvan vidas”. Agradecimiento y guiño a los que luchan contra la pandemia, que se cebó especialmente en Tremp y a quien ella dedicó el premio, cuando se falló el galardón en marzo.

Antes de su discurso, se proyectó un vídeo pregrabado con la felicitación a cargo del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, que no pudo participar en la gala ya que “por cuarta edición consecutiva los poderes del Estado me impiden estar aquí”. Cuixart afirmó que “el catalán se defiende hablándolo en la calle y protegiéndolo en las instituciones”, en un mensaje hacia el President Aragonès, acompañado en Tremp por la presidenta del Parlament, Laura Borràs; el ex President Montilla y la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, entre otras autoridades.

El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, entregó a Barbal el galardón (que este año incorpora una piedra de Tremp) y reclamó “blindarnos ante la situación de emergencia lingüística” y pidió a las autoridades presentes “un audiovisual fuerte”.