El folklore musical 'salvado' del Pirineo suena en el Dansàneu

El legado del pianista, compositor, investigador y divulgador del folklore catalán Joan Tomàs (1896-1967) centró ayer gran parte de la tercera jornada del Dansàneu.

El Festival de Cultures del Pirineu se sumó a la conmemoración del Any Joan Tomàs, en el 125 aniversario del nacimiento en Barcelona de este destacado etnomusicólogo de la cultura popular catalana. Uno de sus fervientes admiradores, el músico Artur Blasco, presentó en el Ecomuseu d’Àneu, en Esterri d’Àneu, una pieza audiovisual inédita con algunos testimonios que fueron fuentes de información de Tomàs en la recuperación del folklore musical pirenaico.

Por la tarde, en la iglesia de Sant Joan de Isil, Blasco interpretó algunas piezas recuperadas por el folklorista, acompañado por dos de sus colaboradores habituales del Alt Urgell, la violinista Marien de Casimiro y el percusionista y también investigador del folklore popular Arnau Obiols.

El trío repasó algunas de las canciones de tradición oral que no llegaron a perderse gracias a la labor de documentación de Joan Tomàs, personaje clave en la articulación de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya..

La jornada estaba previsto que culminara anoche en Santa Maria d’Àneu con uno de los platos fuertes de esta edición del Dansàneu. Con todas las entradas vendidas desde hace semanas, Maria del Mar Bonet y Borja Penalba protagonizaron una singular propuesta musical, acompañada para la ocasión con una coreografía de danza contemporánea a cargo de la bailarina Núria Guiu.

Monólogo teatral sobre la tragedia de Sorpe de 1938 La noche del lunes en Isavarre, el actor leridano Ivan Caelles se puso en la piel de un testigo de los fusilamientos franquistas ocurridos en Sorpe en plena Guerra Civil, en 1938, en el monólogo teatral Poldo, escrito por Jaume Cabré por encargo del Consell Cultural de les Valls d’Àneu. Una pieza que recuerda a las víctimas de diversas localidades de Àneu fusiladas en el Prat de Fuster de Sorpe.