PATRIMONIO CONFLICTO
Talarn advierte en Prada que el litigio por el arte no ha acabado
En una mesa redonda de la Universitat Catalana d’Estiu con el obispo e historiadores
La Universitat Catalana d’Estiu (UCE) acogió ayer en Prada la mesa redonda L’espoliació patrimonial del Museu de Lleida en la que participaron el presidente de la diputación de Lleida, Joan Talarn, el obispo de Lleida, Salvador Giménez, los conservadores de arte Alberto Velasco y Carme Berlabé y el rector de la UCE, Jordi Casassas. Además, también asistieron el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, y la teniente de alcalde, Jordina Freixanet, como público.
En su intervención, Talarn advirtió que “el conflicto por las obras de arte expoliadas del Museu de Lleida no ha terminado”, recordando que las instituciones catalanas que componen el Patronat del Museu de Lleida “defenderemos la legalidad y legitimidad del patrimonio histórico y cultural de Lleida hasta las últimas instancias judiciales europeas”, añadió.
Actualmente el Consorci del Museu de Lleida está a la espera de que el Tribunal Constitucional tramite el recurso de amparo ante la sentencia del Tribunal Supremo del mes de enero sobre las obras originarias de Sigena. Por otro lado, respecto del litigio por las 111 obras originarias de parroquias de la Franja, se está a la espera de sentencia por parte de la Audiencia Provincial de Huesca.
El obispo de Lleida, Salvador Giménez, lamentó que estas 111 piezas que salieron en marzo del Museu de Lleida estén en un almacén. Y aseguró que la Iglesia tiene una historia larga de conservación de obras de arte, poniendo de ejemplo el obispo Messegué, y también momentos en los cuales “no ha estado bastante atento a los mismos principios”.
Sobre el origen de las disputas, los conservadores de arte Alberto Velasco y Carme Berlabé coincidieron en señalar la decisión de segregar la diócesis de Lleida para hacerla coincidir con las fronteras administrativas entre Lleida y Huesca como principal causa. Igualmente, lamentaron el silencio de la comunidad cultural y científica internacional y de la comunidad museológica española.
Para concluir, Talarn señaló que “esta es una historia que va más allá de las obras de arte, es la historia de un genocidio cultural que tendremos que saber explicar con el Plan de Impulso del Museu de Lleida. Lo quieran o no, el Museu de Lleida tiene futuro porque tenemos un pasado que es nuestro y no queremos que nos lo falseen”.