“Me he divertido mucho con este libro”

Pere Rovira avisa de entrada que “me considero escritor, no poeta, me gusta escribir de todo”. Y buena muestra de ello es su nuevo libro, un poemario infantil titulado Verstiari, que representa su debut en este género y que llega a las librerías después de que ahora hace tres años publicara El meu cor despullat, una traducción al catalán de cartas y textos de Charles Baudelaire; que hace dos años siguiera con su dietario con el volumen Música i pols; y que a principios de este año sorprendiera también con la poesía amorosa de El joc de Venus.

Rovira confiesa que “hace tiempo que pensaba escribir alguna poesía para mis dos nietos”.

Finalmente, se puso a ello y “me he divertido tanto” que aquel ‘ejercicio’ familiar se ha convertido en Verstiari, título en el que juega con las palabras ‘verso’ y ‘bestiario’. El autor reconoce que “quizás ha sido el libro en el que me he divertido más escribiéndolo”.

Son una veintena de poemas sobre los animales dirigidos a un público inédito para él: los niños.

De hecho, asegura que son unos poemas que pueden leerse desde los 7 a los 70 u 80 años, porque si la literatura es buena, puede leerse a cualquier edad”. Rovira afirma que “he procurado escribir unos versos que sirvan para los niños y de los que, quizás, un adulto también pueda extraer ideas”.

Para ello, si una cosa tenía clara es que Verstiari “tenía que ser divertido, lleno de rimas y juegos de palabras que entren a los pequeños por las orejas, y muy alejados de cualquier tipo de complicación intelectual”.

Una muestra de ello, como ejemplo, puede leerse a la derecha de estas líneas con la rana como protagonista. El libro, publicado por La Galera, cuenta con ilustraciones de un dibujante como Albert Asensio, que “son como un tesoro”.Eso sí, Rovira advierte que los poemas hablan de gatos, ratoncitos, burros o elefantes ‘reales’: “No tienen sentimientos humanos, como hace Disney de forma equivocada con sus personajes; los animales no tienen por qué comportarse como humanos.

Mis ‘bichos’ se comportan como animales de verdad”.

También tiene claro que “no nos podemos creer que a los chicos no les interesa la poesía, quizás les gusta más que a los adultos. Son un gran público de poesía.

Pero no puedes darles gato por liebre: tienes que hacer rimas y juegos de palabras”..