“¡El público saldrá del teatro con ganas de saltar y bailar!”

“¡Toda la gente que venga a vernos va a salir del teatro con unas ganas enormes de saltar y bailar!”. Esta es la promesa de Itamar Deri, coordinador artístico de la compañía israelí Mayumana, que mañana desembarcará en Lleida con su último espectáculo de danza y percusión Currents. Un auténtico derroche de energía durante casi una hora y media en la que los artistas aporrean desde cubos de basura hasta todo tipo de cacharros caseros y singulares instrumentos creados especialmente para el espectáculo para extraer notas musicales a golpes.

“Acabamos de llenar las seis funciones en la sala Barts de Barcelona y seguimos en Lleida una gira de casi un año por todo el país”, explicó a SEGRE el portavoz de esta compañía con una trayectoria de casi 25 años, con más de 150.000 exhibiciones por todo el mundo y 15 millones de espectadores. De hecho, será su segunda visita a Lleida después de que en 2006 llenaran el Teatre Principal entonces con un montaje titulado Energía Pura. “Ahora, en Currents seguimos con la energía de siempre que transmiten todos nuestros espectáculos, pero sumamos los sonidos electrónicos, las pantallas con efectos visuales y una iluminación que realza el montaje”, destacó Deri.

El proyecto de Currents se estrenó hace cinco años encargado por el Festival de la Luz de Jerusalén. “Fue un montaje espectacular, en espacios al aire libre en plena ciudad antigua de Jerusalén. Ahora, lo hemos adaptado para las giras por teatros”, señaló este responsable del montaje artístico.

El público de Lleida podrá ver a ocho artistas en escena, aunque la compañía cuenta con un elenco mayor, distribuidos en otros grupos. De todos modos, la pandemia provocó un frenazo total a las representaciones y giras internacionales y ahora, de momento, Mayumana cuenta con un grupo en Israel y el que se podrá disfrutar en la Llotja, en una gira que seguirá por Terrassa, Bilbao o Córdoba durante los próximos meses.Currents está inspirado en la disputa histórica que mantuvieron a finales del siglo XIX los inventores Edison, de la corriente continua, y Tesla, de la alterna. Por eso, en escena se muestran a dos sectores enfrentados, con estéticas diferentes, en lo que parece una disputa dialogada con luces y sonidos propios.

Un espectáculo también muy físico, para el que los protagonistas ‘practican’ una hora y media antes de saltar a escena. “¡Será un chute de energía increíble, lo prometo!”, concluye Deri.