Tàrrega celebrará el centenario del pintor Jaume Minguell

La reciente polémica por la negativa de la conselleria de Cultura en celebrar este año de forma oficial el centenario del nacimiento del escritor y poeta visual de Agramunt Guillem Viladot ha dejado un tanto de lado el aniversario de otra figura del mundo artístico de Ponent que este 2022 cumpliría también cien años, el artista de Tàrrega Jaume Minguell (1922-1991). Su ciudad natal, sin embargo, no se ha olvidado de esta efeméride tal y como explicó ayer a SEGRE la alcaldesa de la capital del Urgell, Alba Pijuan: “Desde el ayuntamiento estamos trabajando en los actos de conmemoración del centenario del nacimiento de Jaume Minguell, un artista muy importante vinculado con nuestra ciudad, coetáneo además de Manuel de Pedrolo y de Guillem Viladot, a quienes conocía y con quienes mantenía relación, por lo que todo toma una dimensión importante”. En este sentido, Pijuan recordó que “el Any Pedrolo se celebró en 2018 y este 2022 coinciden el Any Viladot y el Any Minguell; esto pone de relieve a los escritores y artistas de entonces, una época de posguerra, muy dura, en la que fueron personas muy valientes dedicándose al arte y que destacaron en sus respectivos campos”.

Aunque el ayuntamiento de Tàrrega aún está trabajando en la programación, la primera edil adelantó que “llevaremos a cabo un conjunto de exposiciones itinerantes que pondrán al descubierto facetas más desconocidas de Jaume Minguell, un artista muy recordado por sus pinturas murales al fresco, pero también queremos dar a conocer el expresionismo de sus obras iniciales, así como poner de relieve su reconocido trabajo en el ámbito de la pintura al fresco, que ha continuado en la figura de su hijo, Josep Minguell”. Además, junto al Institut d’Estudis Ilerdencs, el consistorio también está ultimando la edición de un catálogo que, según Pijuan, “es fruto de un trabajo de investigación con artículos de calidad”.

Dibujante, ilustrador y uno de los principales muralistas catalanes

La prolífica trayectoria de Jaume Minguell desde los años 40 del siglo pasado le llevó a trabajar en carteles, programas de fiestas, goigs, postales, estampas, invitaciones y recordatorios en los que predominaban la temática festiva y popular.

A partir de los años 50 fue cuando se adentró en la práctica de la pintura mural al fresco, vinculada entonces a la reconstrucción de edificios religiosos, una década después de la Guerra Civil. Se estrenó en 1947 con el baptisterio de Santa Maria de Verdú, aunque la que se considera como su primera pintura mural al fresco fue en 1955 en el altar mayor de este templo. Desde entonces, la firma de calidad de Jaume Minguell se extendió por iglesias de Les Garrigues, la Segarra, el Urgell..., como su primer conjunto de grandes dimensiones, Santa Maria de l’Alba de Tàrrega, que finalizó en 1965.

También pueden verse sus murales en el Palau de la Diputació o en la iglesia del Carme de Lleida (1963).