POLÍTICA CULTURAL PATRIMONIO
Cuenta atrás para la Mònica
Cultura ultima los trámites para restaurar esta campana del siglo XV de la Seu Vella || En mayo se cumplirán 8 años desde que fue descolgada de la torre
La carrera de obstáculos para reparar la campana Mònica de la Seu Vella, del siglo XV, parece que está llegando a su fin. En mayo se cumplirán ocho años desde que este elemento patrimonial de 600 kilos fue descolgado por primera vez del campanario. Pero lo que tenía que ser un rápido viaje hasta un taller especializado en Alemania se topó con la pared de la burocracia.
Ahora, el departamento de Cultura de la Generalitat está a punto de cerrar todos los trámites administrativos para que se pueda reparar la grieta que amenaza con destruir la Mònica. En mayo de 2021 solicitó a la Paeria la licencia urbanística preceptiva, concedida el pasado 10 de enero por el ayuntamiento tras los acuerdos favorables de las comisiones territorial y municipal de Patrimonio Cultural. Todo el proceso de restauración está solo pendiente de cerrar la adjudicación pública del traslado de ida y vuelta al nuevo taller elegido, en Innsbruck, en Austria (ver desglose).
Cabe recordar que el proyecto para restaurar esta campana histórica fue impulsado por los Amics de la Seu Vella. Se descolgó del campanario en mayo de 2014, en un acto al que asistió el alcalde de entonces, Àngel Ros, en una operación con una grúa de grandes dimensiones y en medio de una gran expectación. Tras un año y medio expuesta en el claustro del monumento –con petición incluida de donativos para ayudar a pagar la restauración– fue trasladada al taller en Alcoletge de la empresa Carvajal, responsable del cuidado de las campanas y el reloj de la Seu Vella.
Hace unos dos años, la Generalitat se puso al frente de toda la operación y obligó a ‘devolver’ al monumento esta pieza, que desde entonces se guarda en una sala del edificio de la Canonja.
La reparación en Austria costará 30.000 € y tardará de 3 a 5 meses
Patrimonio Cultural de la Generalitat confirmó a SEGRE que la reparación de la campana Mònica tardará de 3 a 5 meses y costará en torno a los 30.000 euros, lo que incluye el traslado hasta la firma Grassmayr de Innsbruck, en Austria –ya que el taller previsto en principio, en Alemania, cerró por jubilación–, el regreso a Lleida y la recolocación en el campanario. La operación se encargó a la empresa belga Clock-o-matic, en Holsbeek, cerca de Lovaina, de renombre internacional en el ámbito de las instalaciones de campanas y relojería.