Arreglo con mucha burocracia

Una pared del castillo medieval de L’Espluga Calba, en Les Garrigues, que sufrió desprendimientos en abril del año pasado y obligó a acordonar el tramo de vía pública junto al edificio monumental, sigue todavía sin repararse a causa de los trámites burocráticos en el departamento de Cultura de la Generalitat. Tras apercibirse del desprendimiento, que se atribuyó al deterioro propio del edificio, el ayuntamiento preparó con urgencia un proyecto de actuación y lo entregó en junio a los servicios territoriales de Cultura en Lleida para su aprobación en la comisión territorial de Patrimonio. Pero el proyecto ha permanecido en el mismo despacho hasta ahora.

Según denunció el consistorio, además del parón de agosto de la comisión y de una supuesta disfunción técnica en diciembre con el ‘eacat’, el sistema digital de tramitación entre las administraciones catalanas, se han tenido que responder a tres requerimientos diferentes de documentación “y a soportar atrasos por una supuesta falta de tiempo”, criticó el alcalde, Josep Cunillera. Todo ello ha provocado que su aprobación se haya pospuesto hasta precisamente la semana pasada, cuando la comisión de Patrimonio dio su visto bueno definitivo. “Parece que hubo algún problema de comunicación en el sistema”, admitió el director de Cultura en Lleida, Albert Turull, “pero, en cualquier caso, muy pocos expedientes pasan a la primera sin ningún requerimiento”.

El alcalde L’Espluga Calba insiste en que “la actuación de Cultura ha sido un despropósito”. Debido a los desprendimientos, el ayuntamiento también tuvo que cerrar un parque infantil adyacente al edificio. “Es lamentable que Cultura nos haya tenido en vilo un mes tras otro para ejecutar una obra tan sencilla como esta”, añadió Cunillera.

La actuación prevista a partir de ahora consiste en sustituir las piedras deterioradas y rejuntar el conjunto de la pared. El proyecto, que no alcanza los 40.000 euros de presupuesto, se intentará licitar por la vía rápida (sin concurso público) para así agilizar los plazos. El consistorio, que no cuenta con ninguna subvención para las obras, confía en que pueda reabrir la zona pública este próximo verano, tras más de quince meses desde que se produjo el desprendimiento.

El castillo de L’Espluga Calba, construido entre los siglos XIII y XIV, es una propiedad municipal desde 1966. Fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional, por lo que cualquier actuación debe pasar antes por la aprobación de la Generalitat.