'Alcarràs', de Carla Simón, llega a la Berlinale
La segunda película de la cineasta compite en la sección oficial con un reparto formado por actores no profesionales
El segundo largometraje de Carla Simón (Barcelona, 1986), 'Alcarràs', ha llegado este martes a la Berlinale, compitiendo para hacerse un lugar en la sección oficial. La cineasta se gradúa así en l certamen espoleada por el éxito con el que el festival recibió su ópera prima, 'Estiu 1993'. La película vuelve a adentrarse en la pérdida, en este caso, de un modelo de vida familiar basado en la agricultura. El precio de la fruta, la especulación y las energías renovables hacen de motor de un filme que interpretan actores no profesionales. En una entrevista a la ACN, Simón reivindica el "valor cinematográfico" de Lleida y dice que la cinta quiere ser un homenaje a la agricultura en familia, "el oficio más viejo de la humanidad que ahora está en peligro de extinción".
'Alcarràs' narra la historia de la última cosecha de fruta de una familia en una finca de Alcarràs, en el Segrià, antes de que los propietarios instalen placas solares. Como en su primer largometraje, la historia parte de una experiencia personal, la muerte de su abuelo. "La marcha de mi abuelo, que siempre había trabajado en el campo, me hizo poner en valor su legado y me pregunté si realmente aquellos árboles estarían para siempre. Y la respuesta, seguramente, es que no", reflexiona.
La cineasta vuelve a pone a gravitar las relaciones familiares, en las que incorpora el choque entre varias generaciones que viven juntas. A su entender, la familia es el motor de conflictos y de "momentos muy bonitos" y reconoce que tenía ganas de expresar "cómo la energía y las emociones de una familia se mueven como un todo".
El filme se imprime de reivindicaciones sociales, como el mantenimiento de la agricultura ante el modelo para explotar las energías renovables, un dilema que califica de "complejo". Con todo, considera que el conflicto es una "excusa" para abordar cinematográficamente un modelo que "está en crisis". En este contexto, Simón fija la mirada, también, en el feminismo, porque en el mundo rural "se habla menos". "Seguramente, hay lugares donde todavía se perpetúan ciertos roles que tengo la esperanza de que empiecen a romperse, pero está más lento", lamenta.
Casting con 9.000 candidatos
La elección de los actores que tenían que formar el elenco se inició en 2019, justo antes de la pandemia. El equipo de la película fue a decenas de fiestas mayores del Segrià y el Pla d'Urgell para buscar perfiles adecuados y les invitaban a participar en el casting, donde acabaron participando unas 9.000 personas. Como ninguno de los intérpretes de 'Alcarràs' es de la misma familia, la directora tuvo que crear una ficticia. Para hacerlo, reunió a diario y durante cerca de tres meses a los actores para "construir roles y relaciones verosímiles".
Preguntada por la manera como el festival berlinés recibirá la propuesta, la directora se muestra optimista basándose en la experiencia de 'Estiu 1993'. "Da igual el idioma en el que hablen los actores, la película trata temas universales. Todo el mundo tiene una familia y del campo viven miles de personas en todo el mundo".